Trump llega hoy a un país devastado
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegará esta mañana a Puerto Rico para ser testigo y evaluar los daños catastróficos ocasionados por el paso de los huracanes Irma y María. El mandatario realiza su visita a la Isla en medio de la trágica noticia de la masacre en Las Vegas, Nevada, que dejó cerca de 60 personas muertas y más de 500 heridas.
Esta corta pero importante visita del mandatario estadounidense se da entre grandes expectativas y matizada por sus recientes críticas a los “ingratos” que cuestionaron el nivel de respuesta de su administración a la situación de emergencia provocada particularmente por el huracán María el pasado 20 de septiembre, cuyos vientos hicieron colapsar los servicios de energía eléctrica, de agua y de telecomunicaciones.
El fenómeno atmosférico también destruyó puentes, carreteras, infraestructuras comerciales y miles de viviendas en varios de los 78 municipios, incluyendo las islas de Vieques y Culebra.
Invitada por el presidente Trump para que le acompañara en el viaje, también llegará a las 11:45 a.m. en el Air Force One la comisionada residente en Washington, Jenniffer González, quien ha hecho sucesivos llamados y se ha movilizado en Estados Unidos en pro de los recursos necesarios para ayudar a la recuperación de Puerto Rico.
Firme apoyo a FEMA
“Es asombroso lo que se ha hecho en un muy corto periodo de tiempo en Puerto Rico”, dijo en la Casa Blanca el ejecutivo, al tiempo en que enfatizó su elogio a las labores de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) en Puerto Rico.
“Vamos a estar viendo a todos los socorristas, los militares, FEMA y, francamente, lo más importante, vamos a ver al pueblo de Puerto Rico”, sostuvo Trump en alusión a parte de lo que hará en su visita y posible recorrido por algunas de las áreas afectadas por los vientos y las inundaciones.
“Nunca ha habido un pedazo de tierra que yo sepa que haya sido tan devastado. Los puentes se han caído, las comunicaciones no están en funcionamiento y están en muy mala condición. La red eléctrica, como saben, fue totalmente destruida”, subrayó.
“Hemos hecho un gran trabajo”
En una serie de mensajes en la red social Twitter el domingo, el mandatario defendió la respuesta de su administración, que incluyó el despliegue de barcos y otras naves y equipos militares con el apoyo de FEMA para distribuir asistencia de emergencia y comenzar la evaluación de los daños, previo al proceso como tal de reconstrucción.
“Hemos hecho un gran trabajo con la casi imposible situación en Puerto Rico. Aparte de las noticias falsas o los ingratos políticamente motivados, la gente está comenzando a reconocer el increíble trabajo de FEMA y de nuestras grandiosas fuerzas militares”, dijo Trump.
El presidente agregó que “todos los edificios ahora han tenido inspecciones de seguridad. Gracias al gobernador de Puerto Rico (Ricardo Rosselló) y a todos los que están trabajando muy de cerca con nuestros socorristas. ¡Trabajo fantástico!”.
Tras su visita de hoy a Puerto Rico, Trump -según dijo- tiene previsto pasar al menos “todo un día” mañana en Las Vegas, donde visitará al gobernador de Nevada, Brian Sandoval, entre otros funcionarios, para expresarles su solidaridad tras el ataque ataque a tiros contra una multitud que participaba de un evento artístico al aire libre la noche del domingo.
“Plan Marshall” para la Isla
En respeto a las víctimas de la masacre, legisladores y líderes puertorriqueños cancelaron una conferencia de prensa convocada inicialmente para ayer en la tarde, en la que divulgarían una carta al gobierno de Trump y a líderes del Congreso en la que urgen un “Plan Marshall” para la Isla.
Los senadores boricuas Carmelo Ríos y Eduardo Bhatia, así como los congresistas José Serrano, Nydia Velázquez y Darren Soto habían anunciado su asistencia al evento convocado por la Agenda Nacional de Liderazgo Hispano (NHLA), que agrupa 45 organizaciones latinas.
Los puntos del plan de acción incluyen un “Plan Marshall” para Puerto Rico, porque, según sus autores, los daños dejados por el huracán María son comparables a una “zona de guerra”. De igual forma, reclaman la extensión de plazos para solicitar ayudas a FEMA y también una exención por más tiempo de la aplicación de las leyes de cabotaje, a fin de acelerar y facilitar a menor costo el acceso a los bienes.
Además, el despliegue militar para asegurar la ley y el orden en las labores de asistencia, mayores facilidades para el acceso a los programas Medicaid y Medicare de asistencia de salud y fondos para la reconstrucción de viviendas, entre otras propuestas.
Fuentes: El Vocero
Nodal