Súper Granadilla: descubre la maravillosa fruta de la Amazonía peruana

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Sencilla por fuera y exótica por dentro, así es la granadilla. También conocida por su nombre científico Passiflora nitida HBK, es un fruto que crece en la Amazonía peruana, principalmente en los departamentos de Loreto, Ucayali y San Martín.

Para que la cosecha de granadilla debe ser sembrada en suelos con mediana fertilidad (especialmente con buen drenaje) y en ambientes que posean una biotemperatura anual mínima de 17,2 °C y máxima de 25,1 °C.

El fruto puede ser recogido después de 7 a 10 meses luego de haberse establecido su plantación. Para saber si está apto para ser cosechado, debe haber dejado su apariencia color verde amarillento para tener un tono amarillo anaranjado. Debido a que posee una cáscara muy frágil, los agricultores las colocan cuidadosamente dentro de mantas de algodón o bolsas de yute para así evitar que esta sufra rajaduras.

Joya de los incas
La granadilla era un fruto apreciado en la época preínca y también durante los tiempos del Virreinato, ya que un elemento esencial en la medicina popular. Sus hojas eran usadas para curar males como la fiebre amarilla, la erisipela, la gota, las hernias y también se empleaba para bajar la calentura del cuerpo. Tanto los ancestros como los colonizadores no dudaban en recurrir a sus bondades para sanar los males que los afectaban.

De hecho, en algunas regiones y comunidades del Perú todavía sigue siendo un insumo básico para amilanar los mencionados males y dolencias. También emplean el jugo de sus hojas para tratar la tifoidea.

Valor nutricional
Pero, si de alimento se trata, la granadilla es poseedora de una insuperable fuente de fósforo – el cual, ayuda al crecimiento y reparación de células y tejidos en el cuerpo. Asimismo, es ideal para mantener en buen funcionamiento los riñones-, y niacina, la cual, según datos científicos es usada para prevenir el colesterol y las deficiencias cardiacas.

Asimismo, es considerado como una fruto hipoalergénico, es decir, ideal para combatir de manera natural los síntomas de una reacción alérgica. En tanto, gracias a sus bondades laxativas, permite que el consumidor regule su sistema digestivo y evite el estreñimiento; además, controla la acidez estomacal y ayuda a cicatrizar las úlceras. La mágica fibra se encuentra albergada en el interior de sus viscosas semillas.

Cada presentación también es poseedora de un alto contenido de calcio y hierro, lo cual ayuda a estimular el crecimiento, tener energía y conservar los huesos sanos. Según datos nutricionales también es un relajante natural, por lo que puede ser empleada para tratar problemas como el insomnio.

A esta lista también se suman un listado de vitaminas esenciales para el organismo: tales como la de tipo A, B1, B2, B3, B9, E, C (con alto valor antioxidante), K y la provitamina AV.

¿Cómo consumirla?
La manera más tradicional de ingerir la granadilla es pelarla y extraer las semillas que posee en su interior. Pero también puede servir como topping para una ensalada de frutas, en jugos, cócteles, helados, yogurt, mermeladas y gelatinas.

Otra manera innovadora de consumirla es a modo de postre, como por ejemplo el mousse de granadilla, en compota y en un parfait. También puede servir de acompañamiento en un plato de panqueques.

De este fruto no se desperdicia nada. La flor de granadilla es otro tesoro tropical que no pasa desapercibido en el mundo de la gastronomía, ni de la cosmética y la medicina natural. El polen de esta especie es empleado para el consumo de los usuarios, y su potencial néctar es considerado un ingrediente estrella para los productores de fragancias.

La infusión de flor de granadilla es ideal para calmar el sistema nervioso, y ha demostrado tener efectos positivos en la reducción de estrés e hipertensión.

Fuente: PROMPERÚ