Solo 12 países en América cuentan con seis tecnologías básicas para el manejo efectivo de la diabetes

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La diabetes tipo 1 (DM1) es una enfermedad hereditaria, que se diagnostica con mayor frecuencia en niños y jóvenes. Es mucho menos frecuente que la diabetes tipo 2; de hecho, representa entre el 5% y el 10% de los casos.

Sin embargo, de acuerdo con los expertos, la DM1 presenta un alto índice de subdiagnóstico debido al desconocimiento de la población, la limitada cantidad de profesionales de la salud especializados en el área y la escasez de recursos dedicados a la detección y diagnóstico.  Esta carencia se vincula directamente con una tasa de mortalidad más elevada, consecuencia de la ausencia de tratamiento oportuno.

Según un informe de la Organización Panamericana de la Salud, la región enfrenta un acceso limitado a tecnologías innovadoras esenciales para el manejo efectivo de la diabetes. Solo 12 países cuentan con seis tecnologías básicas necesarias, como equipos para medir la glucosa en sangre, pruebas para el diagnóstico temprano de complicaciones y tiras reactivas de orina para el análisis de glucosa y cetonas.

A pesar de este panorama desafiante, los especialistas destacan la existencia de soluciones tecnológicas avanzadas disponibles para el tratamiento de la DM1. Entre ellas, se encuentran los sistemas de administración automatizada de insulina, que han demostrado reducir complicaciones y permitir hasta el 90% de los pacientes alcancen el control óptimo de glucosa recomendado.

En Perú, la situación es preocupante. Los pacientes con diabetes tipo 1 continúan siendo tratados con insulina humana, un enfoque en desuso a nivel global y que solo persiste en países con recursos muy limitados, como algunos del continente africano. El Dr. Seclén, destaca que este tratamiento se asocia con complicaciones como la hipoglucemia (niveles bajos de azúcar en la sangre) y una gran variabilidad glucémica que no logra un control efectivo de la condición.

Por otro lado, en Chile, por ejemplo, la Ley Ricarte Soto proporciona protección financiera a pacientes con condiciones específicas de salud, como enfermedades oncológicas, inmunológicas, raras o poco frecuentes, para el diagnóstico y tratamiento de alto costo. Esta ley contempla el acceso a terapias innovadoras, incluyendo insulinas análogas, sistemas de administración automatizada de insulina y dispositivos de monitoreo continuo de glucosa, como las bombas de insulina, que permiten un control y tratamiento más preciso y efectivo al suministrar la insulina de forma dinámica, ajustándose a las necesidades del organismo de la persona que padece esta enfermedad.

Asimismo, en Colombia, el acceso a tratamientos innovadores como la insulina análoga y los sistemas de administración automatizada de insulina está contemplado tanto en el régimen contributivo como en el régimen subsidiado de salud. Esto facilita el control de la enfermedad y evita complicaciones a corto y mediano plazo que podrían representar mayores costos para pacientes, familiares y entidades de salud.

“Las barreras que dificultan el acceso de los pacientes colombianos a este tipo de tecnología generalmente se deben al desconocimiento de algunos especialistas sobre estas tecnologías, la desinformación por parte de las personas y sus familiares, o retrasos administrativos de las Entidades Promotoras de Salud”, informa Alexandra Gómez, directora de la Fundación ASUBIM.

En Argentina, la Ley Nacional de Diabetes garantiza el acceso a servicios esenciales para mejorar el control glucémico y reducir complicaciones, incluyendo insulinas análogas o bombas de insulina. No obstante, la escasez de suministros médicos y la inestabilidad económica afectan el acceso a estas tecnologías.

En esa línea, los expertos señalan la importancia de seguir las buenas prácticas de países como Argentina, Colombia y Chile e impulsar la implementación de políticas de salud pública en el país. A su vez, destacan la necesidad de alinear la legislación con la realidad operativa, asegurando que lo establecido por la ley se refleje efectivamente en la práctica médica. Este alineamiento busca garantizar diagnósticos precisos y tratamientos innovadores para lograr un mejor control de la enfermedad y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Según un informe de la Organización Panamericana de la Salud, la región enfrenta un acceso limitado a tecnologías innovadoras esenciales para el manejo efectivo de la diabetes. Solo 12 países cuentan con seis tecnologías básicas necesarias, como equipos para medir la glucosa en sangre, pruebas para el diagnóstico temprano de complicaciones y tiras reactivas de orina para el análisis de glucosa y cetonas.