- *Chiapas reconocido por sus riquezas naturales pero también por su pobreza, analfabetismo y zona de migrantes.
Por: Estrella Trujillo –Corresponsal en México-peruinforma
Tapachula Chiapas a 29 de julio de 2019.- Son las cinco de la mañana, el sol aún se esconde en el aura, en un terreno de quince metros por diez de ancho se refugian en una pequeña «choza» hecha de palos de árboles y cubiertos de nailon y cartón, una familia de seis integrantes en el municipio de Suchiate Chiapas, zona fronteriza con Guatemala.
El día comienza, pero para Salvador García de 46 años padre de familia de ese hogar, significa un día más de lucha, trabajo para poder conseguir al día la cantidad de $80.00 pesos y brindar los alimentos del día, donde el frijol, arroz y tortillas son parte del menú diario para ellos.
La falta de trabajo estable y bien remunerado es un desafío tanto para campesinos como profesionistas. Chiapas es la entidad con el mayor número de habitantes más pobres de México, al sumar 4 millones 114 mil personas en pobreza y 1 millón 498.6 en pobreza extrema, de acuerdo con la última medición presentada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), 2016.
«Salgo desde las cinco de la mañana de mi casa y regreso hasta el atardecer, mi trabajo prácticamente es el campo, aunque con lo poco que gano me veo en la necesidad de ir de puerta en puerta pidiendo trabajo ya sea como pintor, jardinero o lo que me den, lo importante es regresar con esos 80.00 pesos o un poquito más si se puede», dijo Salvador García.
A pesar de las dificultades, el rostro de Salvador brinda una sonrisa llena de optimismo, comenta que ser pobre en un estado rico en bellezas naturales representa una esperanza; pero que eso por desgracia, no le garantiza una calidad de vida ni para él, ni para su esposa y sus cuatro hijos.
«Nuestro estado es muy bello, rico en recursos naturales, mucha vegetación, agua y además, amo mi tierra pero me duele que sea un estado tan olvidado por el gobierno. Presidentes van y vienen, siempre nos prometen mejorar, apoyar al campo pero «señito» jamás nos cumplen, nos toman el pelo. No queremos que nos mantengan, solo pedimos proyectos que nos garantice un trabajo digno y remunerado».
Chiapas sigue siendo uno de los estados más pobres del país mexicano, junto con Oaxaca y Guerrero. En esta entidad con cerca de 5,218 millones de habitantes, se concentra el 52 por ciento de la población de 15 años y más forman parte del rezago educativo, de acuerdo con al instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), todavía el 229 por ciento de la población no sabe leer ni escribir; por otra parte el 759 por ciento percibe menos de dos salarios mínimos diarios para sobrevivir; cerca de la cuarta parte de la población es indígena, quienes son realmente los más pobres entre los pobres. Son esas zonas las más marginadas donde la miseria y olvido se palpa todos los días.
Un Estado rico en recursos naturales
Chiapas es ubicado como el estado más pobre del país, no obstante las visibles riquezas que nos colocan en los primeros lugares de producción de ganado de registro de café, plátano, palma africana, mango ataulfo, cacahuate, papaya, tejote, frijol, maíz blanco, chile jalapeño, sandía, rambután y melón.
Con recursos naturales abundantes, como enormes bosques, selva lacandona, flora y fauna, petróleo, gas, ríos y lagunas, litorales marítimos, minas, maravillas naturales únicas, arquitectura, tradiciones y culturas milenarias.
«Hay que ganarse la vida honradamente, como Dios manda, hay personas que se afanan al dinero como si lo fuera todo, aunque la situación económica es muy preocupante cada día, nada como trabajar ese dinero con el sudor de tu frente pero estar en paz. Hay días que me desespero cuando mi esposo no trae dinero a la casa y tengo que tronarme los dedos e ingeniármelas para poder dar de comer a mi familia», expresó Marina Pérez, esposa de Salvador García.
Tal parece que para familia García Pérez, ni la pobreza económica los hace abandonar el municipio de Suchiate, esa tierra donde les vio nacer, crecer, reproducirse, envejecer ¿y por qué no? ¡Ahí mismo morir, y puede que sea por causa de hambre!
Suchiate, es un municipio fronterizo de la región del Soconusco del Estado de Chiapas, ahora conocido internacionalmente por ser paso de miles de migrantes centroamericanos, esta zona colinda con el país de Guatemala, a su costado oriental fluye de norte a sur con el famoso «Rio Suchiate», del que recibe el nombre y que sirve como límite territorial entre México y Guatemala. Siendo su cabecera municipal, Ciudad Hidalgo el más importante punto fronterizo del sur del país.
Chiapas es reconocido por ser verde por la naturaleza que le rodea de norte a sur, este y oeste; pero ha sido la federación y empresas nacionales o extranjeras con la complacencia de unos cuantos grupos, familias, empresarios y políticos locales; los responsables y principalmente beneficiarios de la explotación y saqueo de nuestro bienes naturales y humanos, por lo que nos colocan como los más menesterosos de México. Es el caso de las maderas de Chiapas, que por su calidad son muy apreciadas en Nueva York, Liverpool, Londres y Hamburgo, lo que representa un gran negocio, especialmente con maderas como: caoba, cedro rojo, mangle, ceiba, hormiguillo, pino y encino, por ello su desproporcionada extracción ha enriquecido a unos cuantos.
«Hay días que trabajo más de 12 horas en la bananera, hay que trabajar duro cargando en los hombros los plátanos, subirlos a las camionetas, la verdad no importa tener callos en las manos, soportar el intenso sol de más de cuarenta grados y por ello estar tan morenos, pero sobre todo cansados de esta realidad, dijo.
Y así como la familia García Pérez, miles de chiapanecos son limitados a esa desproporción de riquezas, al grado de desconocer el saqueo diario, la esclavitud de empresas internacionales; quienes por ende, se enriquecen con los recursos naturales y la manufactura barata de quienes día a día madrugan para ganarse esos 80.00 pesos.
Chiapas, el caso más grave de rezago educativo en el país
En el sur del país, tres de cada diez menores de 15 años no acude a la escuela o no ha terminado la secundaria en tiempo y forma, de acuerdo con el estudio Malgasto de la organización «Mexicanos Primero».
La investigación da cuenta que en Chiapas, el 35 por ciento de los niños de tres a 15 años no tiene la educación obligatoria que corresponde a su edad, porque no asisten a ningún plantel.
Lo mismo fue detectado en Oaxaca y Michoacán, donde el 30 por ciento de los menores en este rango de edad son excluidos a su derecho a la educación.
Por el contrario, Nuevo León es el estado con menos rezago educativo en este sentido, al igual que Coahuila y Baja California Sur, pues en esas entidades federativas menos del 15 por ciento de ese sector de la población está fuera de las escuelas.
Para «Mexicanos Primero», el caso más grave ocurre en Oaxaca, donde el 90 por ciento de los recursos educativos se va en nomina magisterial, sin reflejarse en una baja de menores que no asiste a clases.
El reporte indica que después de Chiapas, Michoacán y Oaxaca, que son los focos rojos por rezago educativo, le siguen Guerrero y Veracruz, donde uno de cada cuatro niños y adolescentes no asisten a un centro educativo formal o no han concluido la educación básica.
En el resto del país ese rezago oscila entre 25 y 15 por ciento.
El 30% de los niños no van a clases en tres Estados
Aunque a nivel nacional ha disminuido el número de menores de 15 años que no asisten a una escuela, en Chiapas, Oaxaca y Michoacán tres de cada diez no acude a un centro educativo o no ha terminado la secundaria en tiempo y forma.
Es así que en esas tres entidades se concentra el número más alto de niños y adolescentes que no terminan la educación básica y por lo tanto destacan como los estado con mayor rezago educativo en ese sector de la población infantil.
«A veces voy a la escuela, y no es porque no me guste sino que a veces al ver que a mi mamá no le alcanza para darnos más tortillas o arroz me siento muy triste y en lugar de irme para la escuela acompaño a mi papá a la parcela a cortar café para poder traer unas monedas más a casa», comentó Daniel N. niño chiapaneco de nueve años.
Como Daniel existen en Chiapas más del 35 por ciento de niños de tres a 15 años que no tienen para asistir a un centro educativo por causa de pobreza extrema, aunque ésta sea gratuita y laica.
El estudio de Malgasto educativo, de la asociación «Mexicanos Primero» demostró que esta situación educativa no solo violenta el derecho del menor a aprender, sino que limita sus posibilidades de mejorar su situación de vida, es decir, que les será más difícil salir de la pobreza en la que viven a través de una mejor educación que la de sus padres.
«Cuando puedo asistir a la escuela, la asignatura que más me gusta es la clase de lectura, ya que mi maestra nos lee unos cuentos muy bonitos que me hacen olvidar que mi pancita tiene hambre y conozco otros mundos «. Exclamó.
Y es que en contraste, Nuevo León es el estado con menos rezago educativo entre los menores de 15 años, al igual que Coahuila y Baja California Sur, pues en esas entidades menos del 15 por ciento de ese sector de la población está fuera de las escuelas. Esa cifra representa más de la mitad de los niños que están sin escuela en Chiapas, Oaxaca y Michoacán, lo cual demuestra que el rezago educativo en México entre niños y adolescentes es muy desigual.
Esa inequidad educativa es justamente, señala la organización, la que habla de injusticia social y de cómo la pobreza o la falta de un sistema de educación más eficiente lacera a los niños más vulnerables, pues en vez de tener una oportunidad de estudiar permanecen en la marginación del aprendizaje.
» Cuando sea grande me gustaría ser piloto aviador para estar siempre entre las nubes, quiero estudiar mucho para ayudar a mis papás y dejar de comer puros frijoles, arroz y sopas». finalizó Daniel N.
Y es que mientras en México existen esos contrastes dramáticos, en el resto del país ese rezago educativo entre los niños de 3 y 15 años oscila entre 25 y 15 por ciento. Por ejemplo, en Puebla, Zacatecas y Yucatán esa cifra equivale al 15 por ciento en promedio en cada estado; en Guanajuato, Tamaulipas y San Luis Potosí es de 22 por ciento.
En el Estado de México, Jalisco, Guanajuato, Chihuahua, Sinaloa, Tabasco, Querétaro, Durango, Quintana Roo y Morelos las estimaciones apuntan que en cada entidad el porcentaje de niños no tienen la posibilidad de estar en un salón de clases oscila entre el 20 y 15 por ciento.
Por ello, los niños chiapanecos se encuentran bajo las amenazas de la ignorancia, pobreza y olvido. La entrevista con Daniel N, representa la voz de miles de niños que se encuentran en esta situación, para ellos un libro simboliza un camino de luz hacia el conocimiento, experiencias y viajes de mundos que podrían alcanzar si en lugar de trabajar para comer, estudiaran para el mañana de un Chiapas sin tanto rezago educativo.