Con la presencia de 300 personalidades de la industria pesquera, la Cámara Peruana del Atún desarrolló el II Congreso Internacional del Atún, evento que se ha constituido en un referente regional de la actividad atunera.
Alfonso Miranda Eyzaguirre, quien preside la Cámara Peruana del Atún expuso sobre la dinámica que tiene esta actividad en el ámbito mundial y la importancia que, en ese contexto, tiene el Perú por las excepcionales condiciones biológicas y de productividad de sus aguas.
“Tenemos que hacer que la gran ventaja comparativa de nuestro prodigioso mar, se transforme en una ventaja competitiva para poder enfrentar los retos del mercado global”, manifestó el empresario atunero.
Al respecto, Miranda Eyzaguirre hizo un recuento de cómo con unas pocas normas promotoras de la actividad “sin subsidio alguno”, han podido cambiar esta actividad, para pasar de 2008 a generar 500 puestos de trabajo, procesar 475 toneladas de atún como materia prima y ventas por 900 mil dólares al año a 2018 con 17,500 empleos, procesando 40 mil toneladas de atún provenientes de todo el mundo, así como ventas internas y externas por 124 millones de dólares.
Agregó que se han realizado inversiones superiores a los 200 millones de dólares para llegar a estos niveles de producción.
Sin embargo, Miranda Eyzaguirre expresó la preocupación de trabajadores e industriales porque está Política de Estado de apoyar el desarrollo mencionado podría ser desbaratada por un intendente provincial de la SUNAT “…quien hace dos meses pretende cambiar la interpretación de una ley vigente durante 12 años, aplicada por la propia SUNAT.
“Confío en que el Presidente Martín Vizcarra y el gobierno pongan punto final a este despropósito”, expresó el titular de la CPA.
En el II Congreso Internacional del Atún, se trataron temas como la sostenibilidad de las pesquerías de atún, las perspectivas de mercado y reglas sanitarias de la Unión Europea, la pesca de túnidos en el Océano Pacífico Oriental, la industria atunera y su trascendencia en México y la denominación de origen para la pesca de atún en El Ñuro y Cabo Blanco por los pescadores artesanales en veleros.
Los participantes del evento concluyeron en su visión de una industria atunera peruana que defiende el empleo y la producción con estándares de responsabilidad en la pesquería.
“Nos hemos fijado como metas en generar para los próximos tres años 15,000 nuevos puestos de trabajo, procesar 100 mil toneladas de atún, así como atender el mercado interno y externo con ventas superiores a los 250 millones de dólares anuales.