Las recientes declaraciones del ministro de Justicia, Vicente Zeballos, en el sentido de que el Estado debe volver a la actividad empresarial en áreas a las que él denomina «estratégicas» y que incluso haya deslizado la posibilidad de modificar el régimen económico de la Constitución, constituyen un nuevo factor que puede perjudicar gravemente la estabilidad económica y el clima de inversiones que desde hace más tres décadas se esfuerza por mantener nuestro país.
Así lo advirtió el vicepresidente de la Cámara de Comercio de Lima, José Armando Hopkins, quien manifestó que los planteamientos del ministro Zeballos representarían en la práctica un retroceso en la tarea realizada para el desarrollo y crecimiento del país con base en la iniciativa privada.
“Desde 1993 nuestra economía se rige por el modelo de libre mercado, donde el Estado realiza actividad empresarial únicamente de forma subsidiaria y solo por un alto interés público. Nuestra historia ha demostrado que cuando el Estado se dedica a actividades empresariales, no lo hace con la misma eficiencia que el sector privado; los ejemplos de cuántos recursos ha perdido el fisco peruano por una mala administración, burocracia, corrupción y clientelismo político en las empresas públicas, son más que suficientes”, expresó.
Hopkins indicó que, de acuerdo que nuestra Carta Magna, al Estado le compete orientar el desarrollo del país y promover principalmente el empleo, salud, educación, seguridad, servicios públicos e infraestructura, algo que en la actualidad el Ejecutivo no parece tomar muy en cuenta en la actual coyuntura política.
“El rol subsidiario del Estado y su rol económico están claramente definido en el artículo 59 de la Constitución, en el cual se señala que el Estado estimula la creación de riqueza y garantiza la libertad de trabajo y la libertad de empresa, comercio e industria. A partir de ello, nuestro país ha logrado crecimientos de hasta 8%, así como reducir la pobreza hasta 20,5% y ha permitido el crecimiento de la clase media. Todo ello se puede perder de un momento a otro si se cambia el modelo económico que sustenta nuestra historia de los últimos 30 años”, manifestó.
“No podemos generar ninguna duda sobre el camino que el Perú seguirá en los siguientes años porque con ello solo terminaremos por ahuyentar a la inversión privada y profundizar los problemas de pobreza, desempleo, desigualdad e inseguridad que son los verdaderos problemas del país”, sentenció.