Nuestra cabeza tiene 86 articulaciones, una de ellas, la articulación que une el hueso temporal
(ubicado en la zona lateral del cráneo) y la mandíbula, donde se ubican los dientes, viene afectando la salud física y emocional de miles de personas que no encuentran una cura a los inexplicables dolores de cabeza, ruido en el oído, limitaciones para masticar y bruxismo inadecuado.
Según el doctor Javier Lamas, director de la clínica especializada en Ortodoncia Craneomandibular DarSer, la disfunción de la Articulación Temporomandibular (ATM) revela un problema que lamentablemente pasa desapercibido como problemática de salud pública. Por lo general, las personas que la padecen buscan alivio en diversas especialidades, tales como neurología, otorrinolaringología hasta psiquiatría, sin pensar que el problema podría radicar en la presión de esta articulación, muchas veces producto de una mala posición de los dientes.
Asimismo, afirmó que, lamentablemente no hay estudios por edad ni por género en esta parte de la región y menos en Perú, pero se sabe que por cada hombre que presenta disfunción de ATM, ocho mujeres presentan esta patología.
El especialista señaló que las causas podrían estar en una lesión en la articulación y/o mandíbula, un mal tratamiento de ortodoncia, el desgaste del cartílago de la articulación, bruxismo inadecuado o por una mala oclusión o mordida, ocasionada por la pérdida de piezas dentales sin reposición a lo largo del tiempo.
“Según la OMS, la pérdida de dientes afecta a mil millones de personas en todo el mundo. Entonces, si hay ausencia de dientes de todas maneras se van a producir modificaciones en la mordida, ello generará fuertes cambios en la mandíbula, la misma que afectará la Articulación Temporomandibular con los consecuentes síntomas, muchos de los cuales afectan la calidad de vida y el desarrollo laboral con normalidad”, comentó el director de DarSer.
Comentó que existen signos de alarma por el cual una persona debe visitar a un especialista en Articulación Temporomandibular para diagnosticar si hay disfunción de la articulación y que haga el abordaje respectivo, por ejemplo, cuando se tiene una mandíbula muy hundida, desproporcionada, convexa, que la barbilla no esté adelante, sino atrás; pacientes que tienen la cara torcida o que hayan perdido los dientes.
El tratamiento de la disfunción de la Articulación Temporomandibular (ATM) empieza por un buen diagnóstico lo que representa casi el 70% del tratamiento. El otro 30% son brackets, ligas y ajustes progresivos que permitan encajar los dientes de manera adecuada e impactar en la mandíbula y por consiguiente descomprimir la presión a la articulación. Para ello se utiliza una tecnología que permite analizar de manera dinámica los movimientos de la mandíbula y su funcionamiento en tiempo real, se trata del condilógrafo digital, el cual es aplicado por un ortodoncista craneomandibular especializado en ATM.
A veces los pacientes no se dan cuenta que tienen una disfunción temporomandibular, en algunos casos no presentan síntomas y el problema pude ir agravando o solo se mira el problema cuando afecta lo estético, lo que representa un riesgo y alta inversión cuando se apela a la cirugía. Para los especialistas en ATM todos los dientes cumplen una función importante, por eso el tratamiento se basa en la reposición mandibular sin realizar extracciones de dientes que no sean las muelas del juicio, eliminando el dolor en poco tiempo.
La solución a esta condición actualmente utilizada en el primer mundo y liderada por Japón y Austria, consiste en descomprimir la articulación que está entre la mandíbula y el hueso temporal, eliminando el dolor de los pacientes con gran éxito; lo que busca el ortodoncista es lograr una posición terapéutica, correcta y sana de los dientes, señaló Javier Lamas, director de DarSer.