Las instituciones deben contar con un plan de desarrollo académico y herramientas tecnológicas que potencien el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Luego de haber implementado clases virtuales durante más de dos años a través de herramientas innovadoras, ¿cómo estar seguros que los estudiantes están aprendiendo?, Antonio Rodríguez-Campra, director de la Unidad Virtual de la Universidad Privada del Norte (UPN) destaca la importancia de completar la educación tradicional con la producción de cursos virtuales, porque permite el acceso de los estudiantes a nuevos instrumentos de aprendizaje.
“En toda experiencia educativa, independiente de la modalidad, debe incorporarse elementos que soporten el proceso en el campo virtual. Este se da a través de interacciones entre estudiantes, docentes y contenidos, que se sostiene en la tecnología educativa”, explicó Rodríguez-Campra.
La capacitación al docente dijo que es un proceso continuo, planificado y contextualizado, que se desarrolla durante determinadas horas a la semana, con el fin de contribuir con la mejora de la práctica pedagógica, acorde al perfil establecido en el modelo educativo. “Es importante que, en esta etapa de transformación, el profesor se vea a sí mismo como un agente de cambio y prepare al estudiante para nuevos retos”, sostuvo.
Para asegurar el logro del aprendizaje, la Universidad Privada del Norte propone elegir metologías adecuadas para el propósito del curso, como juego de roles, análisis de casos, investigación, simulaciones, entre otros. Además, elementos de interacción, recursos tecnológicos como multimedia, videoconferencias, foros, etc,
El experto señala que se debe definir un esquema adecuado para la evaluación de tareas académicas, investigaciones, trabajos grupales, entre otros. “Es importante brindar retroalimentación asertiva del docente y herramientas que usen la inteligencia artificial para garantizar la probidad académica, evitando las posibilidades de fraude como plagio o suplantación de identidad”, mediante la tecnología, precisó.
Añadió que, gracias al modelo educativo, UPN obtuvo dos premios en el Blackboard Catalyst Awards, por las categorías de optimización de la experiencia del estudiante y entrenamiento y desarrollo profesional. “Este logro representa un aliciente a la política de mejora continua, y a las innovaciones que nuestra institución incorporó desde el 2016 con los primeros cursos virtuales”, expresó.
Para Rodríguez-Campra el valor agregado de las universidades de calidad son las certificaciones académicas. “En UPN, contamos con acreditaciones como ICACIT, SINEACE, CINDA y ABET, para diversas carreras tanto en Lima como en Trujillo y Cajamarca. Actualmente la Universidad Privada del Norte está posicionado en el 1º lugar del último ranking de patentes de Indecopi, reafirmando el compromiso con la calidad e investigacion”, finalizó.