“Este cacao se cultiva en boques comunales y es la mejor muestra de oportunidades de negocio producto de la naturaleza, y en muchos casos proviene de la recuperación de zonas degradadas. Este es un emprendimiento local de poblaciones orgullosas que brindan sus iniciativas con valor agregado, resultado de un gran esfuerzo para el beneficio de sus hijos”, resaltó la ministra del Ambiente, Lucía Ruíz.
El cacao de Amarcy superó a productores de 10 regiones del país y se convirtió en la primera área natural protegida en ganar este concurso, que contó con la evaluación de 163 muestras de todo el Perú. El jurado de este certamen estuvo integrado por expertos catadores nacionales y de los EE.UU. En su veredicto, los jueces sostuvieron que el cacao ganador destacó por tener un toque de dulce, chocolate, un cacao bastante complejo y exótico, así como un toque de algarrobina.
Premio a la cogestión
La Reserva Comunal Yanesha fue la primera en firmar un contrato con el Estado peruano en el año 2006, lo que le permitió la administración de los recursos de su territorio de manera compartida. Este modelo innovador les ha permitido cogestionar con las propias comunidades indígenas el manejo de su territorio.
Ahora, 13 años después, la iniciativa ha sido replicada en las 10 reservas comunales que tiene el Perú, las cuales cuentan con un contrato de administración para gestionar su territorio de manera compartida entre el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) y las comunidades nativas, a través de la Asociación Nacional de Ejecutores de Contrato de Administración de las Reservas Comunales del Perú (Anecap).