¿Por qué es clave humanizar el trato a pacientes con cáncer?

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Cada 4 de febrero, el mundo se une para conmemorar el Día Mundial contra el Cáncer, una fecha que busca sensibilizar sobre la prevención, el tratamiento y la importancia de un enfoque humano en la lucha contra esta enfermedad. En el Perú hay cerca de 72 mil 827 nuevos casos de cáncer y 35 mil 934 fallecimientos, según datos de Globocan.  

El 30% de las muertes por cáncer podrían evitarse, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud. Por ello, en el marco de esta fecha se busca crear conciencia sobre la importancia de la prevención, detección precoz y acceso a un tratamiento oportuno.

Para la Dra. Paulina Bravo, Directora de Educación de FALP, más allá del tratamiento médico, esta fecha invita a reflexionar sobre la percepción que se tiene sobre los pacientes con diagnóstico de cáncer, ya que suelen ser tratados con una compasión excesiva, cuando en realidad son personas con sueños y una historia que va más allá de la enfermedad. 

Si bien un diagnóstico de cáncer cambia la vida «El cáncer es solo una parte de la vida del paciente. No se puede definir a una persona por su enfermedad. El objetivo debe ser crear conciencia de que no es solo un conjunto de síntomas, sino también una experiencia transformadora de vida personal, emocional, social y física, ya que afecta el cuerpo, la mente, el espíritu, las relaciones y el día a día», señala la especialista. 

A pesar del impacto del cáncer a nivel global, la prevención sigue siendo una de las herramientas más poderosas para reducir su incidencia. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 4 de cada 10 cánceres pueden prevenirse al reducir los factores de riesgo modificables. Entre ellos, el consumo de tabaco y alcohol, que está vinculado a 27% de los cánceres. Además, el 75% de los casos de cáncer de pulmón están relacionados con el consumo de tabaco.

En el mes Mundial contra el Cáncer es importante reflexionar sobre la manera en que se acompaña y trata a quienes tienen este diagnóstico. El respeto, la empatía y el acompañamiento desde la dignidad, son claves para que los pacientes se sientan respaldados sin ser reducidos a su diagnóstico.