La empresa estatal Petroperú atraviesa una situación económico-financiera compleja, evidenciada en los resultados a septiembre de 2023, donde reportó una pérdida neta de US$ 530 millones. Este escenario sugiere que la compañía podría requerir mayor apoyo fiscal para mantenerse operativa. La situación se presenta en un contexto donde la gestión eficiente de los recursos y la sostenibilidad financiera son cruciales para la continuidad de las operaciones de la empresa.
Petroperú ha detallado que su déficit de capital de trabajo asciende a US$ 1.538 millones. En septiembre de 2022, la empresa recibió un préstamo del Estado por S/ 2.785 millones (equivalente a US$ 750 millones), lo que redujo el capital de trabajo a un valor negativo de S/ 1.389 millones. A pesar de que esta deuda pasó a largo plazo en diciembre de 2022, el mayor endeudamiento con financiamiento y proveedores ha llevado a que el capital de trabajo sea aún más negativo a septiembre de 2023.
Los resultados negativos de Petroperú se atribuyen a varios factores, incluyendo el menor volumen de venta en el mercado interno debido a la competencia, problemas de abastecimiento por movilizaciones sociales y la priorización del suministro de GLP para la Nueva Refinería Talara (NRT). Además, se menciona el mayor costo de ventas asociado a la operación no optimizada de la NRT y mayores gastos financieros derivados de la deuda para capital de trabajo. La empresa destaca que, aunque los márgenes en la comercialización de combustibles han mejorado, estos no son suficientes para cubrir los gastos incrementales de la NRT.
La situación financiera de Petroperú tiene implicancias significativas para la estabilidad del mercado de combustibles en el país. La necesidad de apoyo fiscal y la reestructuración de la empresa son medidas que podrían ser necesarias para asegurar su sostenibilidad. La entrada en producción total del proyecto de la refinería, estimada para el último trimestre de 2023, se espera que mejore los márgenes de rentabilidad de Petroperú. Sin embargo, la reciente rebaja en la calificación crediticia de la empresa por parte de Standard & Poor’s y Pacific Credit Rating refleja una perspectiva de cautela y resalta la importancia de una gestión estratégica para revertir la situación actual.
Fuente: Alerta Económica