«MUNI DE MIS AMORES». Por José Octavio Huachani

0
1095

Y otra vez el deportivo Municipal nos llevó a la gloria. Y Otra vez el equipo de la franja nos mostró porque le dicen la academia. Y tuvimos que desempolvar guardadas emociones y -por fin- festejar con bombardas y gritar a todo pulmón ¡Echa Muni!

Con una plantilla de jugadores cuyo promedio de edad es de 22 años, y bajo la acertada dirección de Hernán Lisi, el equipo de la franja se impuso al equipo de Universitario de Deportes en partido jugado en el estado Elías Moreno de Villa El Salvador por 2 goles a uno. Con su triunfo Muni iguala en puntos a Sport Huancayo y disputa el primer lugar.

Así es el Muni, un modesto equipo de nos lleva de la gloria al drama de la baja, pero con una “hinchada” que los sigue a todas partes. Porque los hinchas llevan la franja tatuada en la piel y resulta imposible deshacerse de ella.

Y a los partidos asisten viejos, jóvenes y niños que continúan la tradición de vestir la camiseta partido a partido. No les importa los estadios ni la distancia, ellos siempre estarán ahí, con una fidelidad, que los jugadores premian con sus goles.

Hoy, estos once muchachos nos demostraron que el futbol es pasión, entrega, sudor y lágrimas y que un equipo está formado por hombres que dejan la última gota de sudor en la cancha.    

El Deportivo Municipal es un equipo con historia en el futbol peruano.

Sí, porque el Centro deportivo Municipal, Echa Muni, La Academia, Los Ediles, El Equipo de la Franja, como le llamamos sus hinchas, lleva ganados cuatro títulos de Primera División que fueron obtenidos en 1938, 1940, 1943 y 1950.

La historia del Deportivo Municipal se inició el 27 de julio de 1935, en los salones de la Municipalidad de Lima. Ese mismo año participó en el Campeonato de Ascenso.

Los primeros años le sirvieron para ir afiatando sus líneas. Ya en 1938 se logró armar un elenco que, además de dar espectáculo, era efectivo en las vallas. Ese año al lado de Luis ‘Caricho’ Guzmán llegó el portero Juan Criado, que se hiciera conocido como “el arquero cantor”.

Roberto «Tito» Drago fue otro de los jugadores insignes que pasaron por el equipo de la Franja. Fue “Caricho” Guzmán el encargado de convencer a Tito, que entonces militaba en el Centro Iqueño, para que integre las filas ediles. A partir de ese momento ‘Tito’ Drago se convirtió en uno de los símbolos del Deportivo Municipal que ya contaba con figuras de lujo como Teobaldo Guzmán, Agapito Perales, el Dr. Juan Celi y Julio Cabrejos.

Pero fue en 1943 cuando El Muni adquiere una mayor significación en el futbol nacional e internacional. Ese año se incorporan a sus filas jugadores como ‘Titina’ Castillo, que se une a «Tito» Drago, ‘Caricho’ Guzmán y ‘Vides’ Mosquera para jugar un fútbol preciosista y de alta calidad que hiciera conocido al Muni como La Academia y a sus delanteros como los «Tres Gatitos», pero que en realidad eran cuatro debido al magnífico aporte de ‘Titina’ Castillo.
Con ese mismo equipo Deportivo Municipal logró ganar al Boca Juniors de Argentina por dos veces consecutivas.

Posteriormente otros jugadores de gran nivel fueron sumándose al equipo. Ente ellos Germán Colunga, Willy Fleming, César Brusch, el “Chino” Rivera, el “loco” Juan Seminario, Eduardo Gonzales, etc. Años después, por diferentes motivos, el club empezó a tener altibajos, pero casi siempre ocupaba el tercer lugar o el cuarto lugar en la tabla de posiciones.

Pero en el torneo de 1967 tras una pésima campaña Muni perdió la categoría. Aunque la mayoría de los dirigentes abandono al equipo, la hinchada permaneció a su lado.

Entonces apareció Hugo Sotil, un juvenil que entonces militaba en la primera división amateur. Municipal le pagó al Gaillard 5 mil soles y a Sotil un sueldo de 3500 mensual.

Y fue “el cholo” Hugo Sotil, el encargado de llevar al Municipal a la Primera División. Al lado de su tocayo Hugo Ocsas hicieron delirar a los miles de aficionados que semana a semana se daban cita en el Estadio de San Martín de Porres.

“Tito” Drago era el director técnico de ese equipo que tenía Carlos Bravo en la zaga, Juan Sodani en la izquierda, el «Cholo» Heraclio Paredes en el arco y a otros cracks que hicieron posible el ascenso a primera.

Ese es el Muni que fecha a fecha, nos hace vibrar y que nos hace reír o llorar. Ese es el Muni que nos tiene acostumbrados a las derrotas y a los triunfos. Ese es el Muni al que como ayer, hoy y mañana, seguiremos siempre porque llevamos la franja en el corazón y porque somos Muni toda la vida.