Misa de acción de gracias por pacificación del país

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Presidente Luis Galarreta, congresistas y miembros del GEIN participaron en misa oficiada por el cardenal Cipriani en la Catedral de Lima.

El presidente del Congreso, Luis Galarreta; la extitular Luz Salgado, así como la segunda vice presidenta de la República, Mercedes Araoz; congresistas (entre ellos Marco Miyashiro y Alejandra Aramayo), ex congresistas (como Luis Giampietri), y los miembros del GEIN y sus familiares, participaron el domingo 10 de una misa de Acción de Gracias en la Catedral de Lima, oficiada por el Cardenal Juan Luis Cipriani.

También estuvo presente la rama infantil del Señor de Los Milagros, compuesta por niños y jóvenes de ambos sexos.

En su homilía, – por los 25 años del inicio de la pacificación del Perú- el Primado del Perú afirmó que la violencia no tiene espacio en un Estado de derecho y que cuando hablamos de reconciliación -como lo dijo el papa Francisco en Colombia- no es una palabra abstracta porque sólo traería esterilidad y más distancia.

Cipriani dijo que cuando esa tentación de venganza sigue dando vueltas en el ambiente, no hay reconciliación, es hipocresía y una mentira ideológica para continuar la violencia, agregó.

El primado de la iglesia católica agregó que “la reconciliación exige arrepentimiento, deseo de cambio, abandono de unas prácticas políticas que llevan en su interior la violencia, la muerte y el terror; exige reconocer el error, el pecado, arrepentirse y abandonar el odio, la violencia y la venganza”.

Luego se preguntó ¿estamos reconciliados? ¡No!, respondió.  “No nos engañemos más, la palabra se repite mucho pero no estamos unidos, nos sigue dividiendo el terrorismo que sigue moviéndose por lo bajo y algunas ideologías que aprovechan de ese movimiento para generar desorden y confusión”.

Cipriani dijo que esa no es la reconciliación que predica la iglesia. “La que nos pide Cristo no es sinónimo de injusticia, no… la reconciliación exige respetar los valores propios de la sociedad, de esta sociedad católica, unida, respetuosa, acogedora, buena, de ese pueblo que respira deseos de vivir en paz”.

Al finalizar su homilía, Cipriani destacó el amor a la patria y a los valores de los miembros del GEIN que capturaron al cabecilla terrorista Abimael Guzmán. A ellos les dijo que “había escuchado sus testimonios en los últimos días, pero que deseaba escuchar desde muy dentro de sus corazones: ¿Señor, realmente he perdonado? ¿Realmente nuestra patria se ha reconciliado?”.

Finalmente reclamó que el Perú dé ejemplo de firmeza en Latinoamérica. Somos los últimos en reconocer nuestra grandeza, agregó. El fútbol nos acaba de dar una lección. También demos una lección de lo que ha sido el derrotar a una violencia terrorista insana, salvaje. Yo la he vivido y no es el caso si los jóvenes la conocen o no. Comuniquemos a la juventud el valor, el amor a la patria, a Dios y a la familia”, remarcó Cipriani.