México otorga asilo político al exvicepresidente de Ecuador Jorge Glas
El presidente, López Obrador, descarta romper relaciones con el Gobierno de Daniel Noboa después de la expulsión de la embajadora mexicana Raquel Serur
El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha decidido otorgar asilo político al exvicepresidente de Ecuador Jorge Glas, que lleva refugiado en la embajada mexicana en Quito desde mitad de diciembre. El anuncio se da en medio de una crisis diplomática entre los dos países, después de que la Administración de Daniel Noboa declarara este jueves persona non grata a Raquel Serur, la embajadora mexicana en el país, y ordenara su expulsión. En su conferencia mañanera de este viernes, López Obrador ha descartado responder con las mismas medidas: “Nosotros no vamos a romper relaciones, ni vamos a hacer lo mismo con el embajador de Ecuador. Vamos a ir a buscar a Raquel Serur”.
La tensión diplomática entre Ecuador y México se ha precipitado esta semana, pero se fragua desde hace meses. Glas, quien fue vicepresidente de Ecuador en los Gobiernos de Rafael Correa y Lenín Moreno, se presentó el 17 de diciembre en la embajada mexicana “expresando temor por su seguridad y libertad personal”, según indicó la Secretaría de Exteriores. La policía ecuatoriana tenía orden de detenerlo para que compareciera sobre el desvío de fondos millonarios destinados a la reconstrucción de la costa de Ecuador tras el brutal terremoto de 2016. Su abogado dijo que la citación era parte de una “persecución política”.
Sobre Glas, que estuvo al frente de todos los ministerios de los sectores estratégicos entre los Gobiernos de Correa y Moreno, ya pesaban dos sentencias: una de seis años de cárcel por asociación ilícita en el caso Odebrecht, y otra de ocho años por cohecho por el caso Sobornos. De la condena a 14 años, solo cumplió cinco en la cárcel. En 2022, un juez —ahora también detenido por corrupción en el sistema judicial— le otorgó la medida cautelar. El político había estado en libertad hasta que en diciembre recibió la orden de captura y se refugió en la embajada mexicana.
El 1 de marzo, el Gobierno de Daniel Noboa solicitó a México permiso para entrar con las fuerzas de seguridad a detener a Glas. La policía vigilaba los exteriores de la embajada a la espera de instrucciones. El Ejecutivo de Ecuador había sustentado que México no podía conceder al exvicepresidente el asilo diplomático porque este no se podía otorgar a quienes “se encuentren inculpados, procesados o condenados por delitos comunes, sin haber cumplido las penas respectivas”. Sin embargo, México no permitió la entrada de los agentes y el caso se había quedado congelado hasta el anuncio de este viernes.
“Se informa que, luego de un análisis exhaustivo de la información recibida, el Gobierno de México ha decidido otorgar asilo político al señor Jorge David Glas Espinel”, se lee en el comunicado de la Secretaría de Exteriores, “lo cual será comunicado oficialmente a las autoridades ecuatorianas junto con la solicitud de que concedan el salvoconducto respectivo, de conformidad con la Convención de Asilo Diplomático de 1954″. En su respuesta, la Cancillería mexicana recuerda a Ecuador que está obligado a respetar la decisión de asilo y a dar el salvoconducto. Noboa ya ha dicho en varias ocasiones que no van a otorgar el permiso de salida de Glas de la embajada, que está rodeada de policía.
Sobre eso también se pronuncia la Secretaría de Exteriores: “El Gobierno de México rechaza el incremento de la presencia de fuerzas policiales ecuatorianas afuera de la embajada de México en Quito, la cual, según declaraciones de autoridades del Ecuador, es una medida de rechazo e inconformidad por declaraciones de autoridades mexicanas. Esto constituye un claro hostigamiento a su embajada y una flagrante violación a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas. Es evidente que estas acciones no corresponden a las prácticas habituales de protección de los inmuebles diplomáticos”. El comunicado termina pidiendo a Ecuador que respete la soberanía y “cese el amedrentamiento”: “De mantenerse esta situación, México responsabiliza a Ecuador de cualquier afectación a la sede diplomática, a su personal acreditado y a toda persona que se encuentre bajo la protección del Estado mexicano en ese país”.
El Gobierno mexicano ya acoge en su territorio a otros siete funcionarios de Correa que se habían refugiado previamente en la Embajada en Quito, entre ellos a la mano derecha del expresidente, Ricardo Patiño, quien además fue ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador. También la expresidenta de la Asamblea, Gabriela Rivadeneira, los asambleístas Soledad Buendía, Carlos Viteri Gualinga, y Edwin Jarrín, quienes no tenían procesos penales en su contra; sin embargo, se declararon perseguidos políticos y abandonaron el país en 2019.
La escalada
La cuerda se ha terminado de romper esta semana tras unas declaraciones de Andrés Manuel López Obrador. El miércoles, el presidente mexicano hizo referencia a Ecuador al tratar sobre la violencia que sufren los candidatos electorales, justo después del asesinato de la aspirante a la alcaldía de Celaya (Guanajuato) Gisela Gaytán. “Hubo elecciones en Ecuador, iba la candidata de las fuerzas progresistas, como 10 puntos arriba…”, dijo el mandatario en referencia a Luisa González, candidata de la Revolución Ciudadana, cuyo líder es Rafael Correa, quien ha mostrado afinidad política con el mandatario de México.
“Entonces, un candidato que habla mal de la candidata que va arriba de repente es asesinado, y la candidata que iba arriba se cae, y el candidato que iba en segundo sube”, continuó López Obrador sobre el homicidio de candidato presidencial Fernando Villavicencio y la llegada al poder de Daniel Noboa. “El crear un ambiente enrarecido de violencia, al grado que los candidatos —y esto lo difunden todos los medios— van con chalecos a los debates. Pero todo armado. Pues no ganó la candidata y lo más lamentable es que continúa la violencia, que utilizaron nada más el momento”, señaló el mandatario.
La respuesta del Gobierno de Ecuador al día siguiente fue contundente: ordenó que la embajadora abandonara el país. “Ecuador se encuentra aún viviendo el luto por ese lamentable hecho que causó conmoción en la sociedad ecuatoriana y atentó contra la democracia, paz y seguridad”, dijo el Ejecutivo de Noboa, que tampoco quiso romper relaciones diplomáticas.
Ante la medida, López Obrador ha afirmado este viernes que ha dado instrucciones a la Fuerza Aérea Mexicana para recoger a la embajadora: “Dieron 72 horas para que abandonara Ecuador, entonces hoy va a salir un avión a traerla”. “Raquel Serur, que además es una gente excepcional, una intelectual de primer nivel, de la UNAM, filosofa, compañera de un gran filósofo, Bolivar Echeverría, ecuatoriano él, con una gran trayectoria de lucha social, y Raquel la queremos mucho y es una mujer integra con ideales, con principios”, ha defendido el presidente a la diplomática que llevaba desde 2019 en Quito.
Concede México asilo político a ex presidente ecuatoriano y solicita salvoconducto
Luego de que ayer la embajadora en Quito, Raquel Serur Smeke, fue declarada “persona non-grata” por el gobierno de Ecuador, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) consideró este viernes que se trata de una decisión “desproporcionada” e instruyó a la diplomática a regrese a territorio nacional con el fin de resguardar su seguridad e integridad.
La SRE agregó en un comunicado que luego de un análisis exhaustivo de la información recibida, el gobierno de México ha decidido otorgar asilo político al ex presidente ecuatoriano Jorge David Glas Espinel, quien se encuentra en la Embajada de México en Quito desde diciembre, lo cual será comunicado oficialmente a las autoridades ecuatorianas junto con la solicitud de que concedan el salvoconducto respectivo, de conformidad con la Convención de Asilo.
México exigió a Ecuador “respetar nuestra soberanía, a no lesionar el Derecho de Asilo y a cumplir con sus obligaciones internacionales, garantizar la inviolabilidad de las misiones diplomáticas y cesar la política de hostigamiento y amedrentamiento. De mantenerse esta situación, México responsabiliza a Ecuador de cualquier afectación a la sede diplomática, a su personal acreditado y a toda persona que se encuentre bajo la protección del Estado mexicano en ese país”.
Asimismo, el gobierno Mexicano expresó su rechazo al incremento de la presencia de fuerzas policiales ecuatorianas afuera de la Embajada de México en Quito, la cual, según declaraciones de autoridades del Ecuador, es una medida de rechazo e inconformidad por declaraciones de autoridades mexicanas.
“Esto constituye un claro hostigamiento a su Embajada y una flagrante violación a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas. Es evidente que estas acciones no corresponden a las prácticas habituales de vigilancia y protección de los inmuebles diplomáticos, basadas en las normas que regulan la buena convivencia entre las naciones”.
La SRE informó que la Embajada de México en Ecuador quedará a cargo del ministro Roberto Canseco, actual jefe de Cancillería de la misión, y continuará operando con normalidad tras este movimiento para atender las necesidades de la comunidad mexicana que radica en ese país.
“México lamenta esta decisión diplomática que considera desproporcionada”, señaló la Cancillería en un comunicado en el que defendió la actuación de la embajadora Serur.
México lamenta la declaración de persona non grata a la embajadora en Ecuador, Raquel Serur Smeke
Comunicado No. 126
El Gobierno de México ha instruido a la embajadora Raquel Serur Smeke regresar a México con el fin de resguardar su seguridad e integridad.
Desde la presentación de sus cartas credenciales ante el Estado ecuatoriano, el 18 de junio de 2019, la embajadora Serur Smeke desplegó una destacada labor diplomática en favor de la profundización del diálogo político entre México y Ecuador y brindó siempre una atención puntual a la comunidad mexicana en ese país. Durante su gestión se llevaron a cabo tres visitas presidenciales con interés de concretar una cuarta. Se estrecharon lazos entre los sectores empresariales de ambos países y se fomentó intensamente el intercambio cultural. En todo momento, la embajadora Serur Smeke ciñó su actuación a los principios de política exterior establecidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en el derecho internacional, por lo que la declaración aludida reviste claramente un carácter político.
La Embajada de México en Ecuador quedará a cargo del ministro Roberto Canseco, actual jefe de Cancillería de la misión, y continuará operando con normalidad tras este movimiento para atender las necesidades de la comunidad mexicana que radica en ese país. México lamenta esta decisión diplomática que considera desproporcionada.
Por otra parte, se informa que, luego de un análisis exhaustivo de la información recibida, el Gobierno de México ha decidido otorgar asilo político al señor Jorge David Glas Espinel, quien actualmente se encuentra en la Embajada de México en Quito, lo cual será comunicado oficialmente a las autoridades ecuatorianas junto con la solicitud de que concedan el salvoconducto respectivo, de conformidad con la Convención de Asilo Diplomático de 1954, tratado internacional del que México y Ecuador son Estados parte. Debe recordarse que, conforme a lo dispuesto en dicha Convención, es el Estado asilante —en este caso México— el único facultado para calificar la naturaleza de la persecución contra solicitantes de asilo político (artículo IV), que su decisión de continuar con el asilo debe ser respetada por el Estado territorial —en este caso Ecuador— (artículo IX) y que, otorgado el asilo, el Estado asilante puede pedir la salida del asilado hacia territorio extranjero, y el Estado territorial está obligado a dar inmediatamente el correspondiente salvoconducto.
Asimismo, el Gobierno de México rechaza el incremento de la presencia de fuerzas policiales ecuatorianas afuera de la Embajada de México en Quito, la cual, según declaraciones de autoridades del Ecuador, es una medida de rechazo e inconformidad por declaraciones de autoridades mexicanas. Esto constituye un claro hostigamiento a su Embajada y una flagrante violación a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas. Es evidente que estas acciones no corresponden a las prácticas habituales de vigilancia y protección de los inmuebles diplomáticos, basadas en las normas que regulan la buena convivencia entre las naciones.
El Gobierno de México exige a Ecuador a respetar nuestra soberanía, a no lesionar el Derecho de Asilo y a cumplir con sus obligaciones internacionales, garantizar la inviolabilidad de las misiones diplomáticas y cesar la política de hostigamiento y amedrentamiento. De mantenerse esta situación, México responsabiliza a Ecuador de cualquier afectación a la sede diplomática, a su personal acreditado y a toda persona que se encuentre bajo la protección del Estado mexicano en ese país.
Fuente: Agencia Nodal | El País | La Jornada | SRE México