Lima, 10 de Marzo 2018 (peruinforma.com) .- El éxito de Mamá Norma es su Familia porque son sus socios en el amor y su fuente donde obtuvo el impulso desde el 2016 para emprender de manera formal la confección de sus delicadas muñecas de tela, adornos navideños y encargos especiales de finas manualidades hechas a mano y a partir de esa fecha ha crecido.
Hoy la colección de Mamá Norma está compuesta por cinco muñecas y un muñeco de diferentes peinados, tipos de cabello, y vestidos. Ellas son Claire, Sofía, Micaela, Ivanna y Mía, y el muñeco Ignacio que cobran vida en manos de su madre, la señora Norma Corzo Alvarado ‘Mamá Norma’, su padre Jorge Luis Conde Chávez, quien se encarga de embalarlas en sus cajas con el cuidadado al detalle y de llevarlas a las zonas asignadas (el resto lo hacen vía courier), en todo los casos comparten el espíritu familiar, y su hijo Joel Conde, administrador y marketero, se encarga que la conozcan con la realidad de expansión y la proyección de participar en ferias como en Sao Paulo, Brasil, la más grande de Sudamérica con 3,500 expositores del rubro manualidades.
En ese encuentro, esperan establecer vínculos comerciales, por ejemplo, con proveedores de telas que tengan responsabilidad para que de manera permanente puedan suplir este material y no tengan que tomar tiempo y recursos solucionando algún incumplimiento de un proveedor. Esto es muy importante para que no descienda el reconocido buen nombre de la marca.
Acaban de cerrar un contrato con la tienda por departamentos, Ripley, para su guía de bebés. El 16 de Abril que lanzan la revista, aparecerá Mamá Norma y físicamente en la sección Mundo Bebé. En Mayo por ocasión del Día de la Madre presentarán una nueva muñeca, y en Junio, para el Día del Padre, dan vida a un segundo muñeco. Continuarán su showroom en Setiembre y Octubre. Y el sueño que están estudiando para este año es abrir una tienda física.
Mía, es la muñeca recientemente creada, lleva el nombre de su nieta, por quien inició la confección de muñecas de trapo, las clásicas tilda, luego vendrían las de Mamá Norma, inspiradas en una muñeca rusa pequeña que vio en España. Quedó prendada de ella porque la expresión del rostro de aquella muñeca estaba centrada en los ojos sin naríz y boca, y así mismo las plasmó en sus niñas de tela con la altura promedio de 50 centímetros, con rubor de maquillaje para humanos, en el rostro, con licra piel e hilos peruanos de muy buena calidad para su cuerpo, con una barrita de madera en el interior de cada pierna (sin alambres) para que pueda pararse y una base de madera en la suela de sus zapatos, y la característica de un cabello largo con una fibra importada semejante al cabello natural, con sus vestidos de telas con diseños pequeños que usualmente ha conseguido en Estados Unidos, los accesorios como gorros tejidos o los que tienen orejitas son especialmente encargados a las artesanas que conoce.
La señora Norma pensó sus muñecas ‘para que tú te imaginases la expresión, que la muñeca sienta, lo que tu sientes, que refleje tus sentimientos’. De hecho, fue materia utilizada por colegios, como el San Silvestre para niñas, para abordar el tema de la sonrisa de manera didáctica.
Para el buen cuidado de las muñecas, la limpieza debe ser con un paño semi húmedo y para su cabello se puede lavar con shampoo de bebé y el respectivo cepillado.
Su equipo de producción toma dos horas para el armado de las muñecas. Señala que el armado del cabello es lo que toma más tiempo. Y es ella quien personalmente se encargada de los acabados y de toda la coordinación de los vestidos y accesorios que los encarga externamente.
En Navidad del año pasado Mamá Norma tuvo que contratar en su casa-taller a varias colaboradoras de alrededores para poder cumplir con los 30 proyectos navideños: arlequines, Papa Noeles, etc., (además de las muñecas) para supervisar el proceso. Cuenta que estas señoras se unieron más por vivir la experiencia de dar vida a las muñecas.
Si bien a la señora Norma, madre de cuatro hijos y dedicada ama de casa, siempre le gustó hacer manualidades, por los que tomó talleres especializados, inicialmente las vendía a sus amigos y familiares, fue su hijo mayor, Jorge, empresario y administrador de profesión, quien la incentivó a que vendiese sus manualidades navideñas en Piura, donde él vivía, y su hijo Joel, hoy gerente de marketing de Mamá Norma, se animó a crearle una página de Facebook, tomar las respectivas fotos, creó un evento e invirtió en la respectiva publicidad en ese medio. Como fue un éxito la respuesta del público, invitación a la que acudieron más personas fuera de su entorno, decidieron lanzarse en Lima.
El nombre de la marca surgió por los sus nietos Mía y Gonzalo, que por cada manualidad que su abuelita hacía, decían, ‘un muñequito más de Mamá Norma (como la llaman)’.
Así, Joel decidió renunciar de su empleo, en ese momento en un hotel de cinco estrellas, para comenzar el negocio familiar. Antes trabajó en un hotel en Dubai, también por un año. Se graduó en gastronomía y gestión de restaurantes en la Universidad San Ignacio de Loyola y estrategia de marketing digital en la Universidad del Pacífico para realizar mejor su labor en la venta y comunicación electrónica.
Él es creador de la página web, community manager en las cuentas de Mamá Norma en Facebook e Instagram. Trabajó con un proveedor para traducir la página web de la marca, y como él, sabe inglés, pudo supervisarla personalmente, igualmente con proveedores de telas.
Su hermano Jeferson, marino mercante, da la mano con algunos temas de costo. José, su hermano que es odontólogo, traslada los pedidos que en varias ocasiones le hacen.
Jorge Conde, el esposo de la señora Norma, jubilado de la Policía Nacional, es quien recibe las primeras impresiones cuando deja las muñecas en cada uno de sus destinos. Colecciona la satisfacción de los ‘ay, qué linda’ y muchas anécdotas. Recuerda, una de sus clientas que tiene la colección, le pidió que le acondicionara la caja para que la pudiese exhibir desde allí, así que recortó la caja para hacerle una vitrina con papel celofán y un plástico grueso. La clienta quedó agradecida porque cumplieron con su solicitud extra. En sus manos está la responsabilidad del embalaje con el papel de seda, los stickers, los cotos de tecnopor para que no se deslice la muñeca, especialmente en los envíos por courier, que sin eso, la muñeca corre el peligro de desbaratarse. Por cierto, se nota que disfruta y está comprometido con su labor en la empresa familiar.
Don Jorge, menciona a una clienta boliviana, una señora que se llevó cuatro muñecas porque las está coleccionando. Y recientemente, están coordinando el envío con una clienta en Italia, con alguien que viaja hacia allá para que sea más económico, comentó Joel, su hijo y gerente de marketing. Ha recogido muñecas mordidas por la mascota de la casa y las ha devuelto con salud a sus casas.
A él lo califican como el más paciente, el articulador del Equipo de Mamá Norma, que como toda familia tiene discusiones, además compartiendo trabajo, pero esas cosas se superan, dice, don Jorge.
Todos colaboran en esta familia con el núcleo de la señora Norma, nacida en Ica, también con familia de Ayacucho y su esposo, el señor Jorge de Lima, con sus hijos limeños: Jorge, José, Jeferson y Joel, y desde el cielo el compañero canino de la familia, Roco, y hoy Pepo con su alegría.
La palabra TODO es lo primero que relaciona la señora Norma a la palabra FAMILIA; AMOR a la palabra MUÑECAS; TERNURA a la palabra MUJER; MUCHOS a la palabra SUEÑO; GRANDE a la palabra PERÚ. Una señora que junto a su familia imprimen su marca patentada en Indecopi como Mamá Norma.
C.CH.R.-G.