El número de investigadoras está concentrado en Lima con un total de 1372, mientras que en Pasco solo hay una.
Por: María Fernández Arribasplata
¿Sabía que en la región Pasco hay solo una investigadora o que en Huancavelica hay solo cuatro? Estas cifras poco alentadoras, según el RENACYT, han causado preocupación en la doctora Luz María Paucar Menacho quien lidera el nuevo comité Pro Mujer en CTI para el periodo 2022. En este año de trabajo se ha propuesto junto a su equipo, integrado por 12 científicas peruanas, dar una mayor visibilidad a las mujeres que hacen investigación en las regiones.
Como docente de la Universidad Nacional del Santa en Chimbote – donde lleva 31 años como investigadora principal y docente- conoce de cerca esta realidad. Precisamente en su región Áncash solo hay 21 investigadoras -según el RENACYT, registro de investigadores -es por ello que se ha propuesto impulsar la descentralización de la investigación científica hecha por mujeres en regiones.
“En este momento a nivel nacional el número de investigadoras registradas en RENACYT está concentrado en Lima con un total de 1372, mientras que en Pasco solo contamos con una investigadora; y en Huancavelica, Cajamarca y San Martín solo hay cuatro. Esas cifras deben de cambiar, Lima no solo es el Perú”, explica la doctora Luz María Paucar.
Desde hace unos días, la doctora en Tecnología de Alimentos y ganadora del Premio Nacional L’Oréal “Por las Mujeres en la Ciencia” 2018 lidera el nuevo comité Pro Mujer en CTI 2022, junto a 12 destacadas mujeres de ciencia de distintas partes del Perú, continuarán realizando actividades para promover el rol de la mujer en el campo de ciencia, tecnología e innovación.
Logros del comité Pro Mujer en CTI
Este grupo de trabajo, desde el 2019, ha realizado cambios importantes en beneficio de las investigadoras. Entre ellos se encuentran: la modificación del Reglamento de investigadores Renacyt para que se reconozca los periodos de maternidad y postmaternidad.
“De esta manera, las investigadoras en esta condición no se encontrarán en desventaja frente a sus colegas varones,” comenta la ingeniera.
También- señala Paucar – se han modificado las bases del concurso de financiamiento de proyectos de investigación de Prociencia para promover la participación femenina.
“Los proyectos que concursan en Prociencia y que cuenten con una mujer en su equipo tendrán un puntaje adicional. Si la investigadora lo lidera o es de provincia mucho mejor”, detalla la doctora en Tecnología de Alimentos por la Universidade Estadual de Campinas (Brasil).
En este nuevo año el grupo de trabajo, liderado por Luz María Paucar, continuará con los subcomités de mentorías, los semilleros científicos y principalmente se impulsará la visibilidad del comité Pro Mujer del Concytec a nivel nacional con el fin de reducir la brecha de género y cambiar las cifras que nos posicionan en el nivel más bajo de mujeres investigadoras de Latinoamérica.
Buscando apoyo de empresas
“Tocaremos las puertas de las empresas para que apoyen con financiamiento para las estudiantes. Yo pude lograr todos mis estudios gracias a becas por eso algunos me llaman la “señora beca”. Sí hay oportunidades, se desconoce o a veces solo falta un poco de apoyo y sobre todo que alguien guie a las estudiantes,” comenta Paucar, pionera de los semilleros de investigación en la Universidad Nacional del Santa en Chimbote, donde fue la primera docente mujer en la Facultad de Ingeniería.
Precisamente como docente universitaria incentiva a que cada uno de sus estudiantes publiquen algún artículo científico, por experiencia, sabe que un egresado que publica en revistas científicas tendrá más posibilidades de obtener becas y financiamiento para sus estudios.
La ingeniera en Industrias Alimentarias por la Universidad Nacional Agraria La Molina, también tiene planeado impulsar en cada universidad del país una cuna o guardería para el cuidado de los pequeños de las investigadoras.
“Esto existe a nivel mundial,las investigadoras van a trabajar con su bebe, les dan de lactar, y luego siguen trabajando. El hecho de ser madres no puede limitarnos”, enfatiza Paucar, a quien todo este trabajo la entusiasma y siente la misma emoción que tenía cuando decidió que algún día sería una ingeniera cuando apenas tenía 8 años de edad porque le encantaban las matemáticas.
Todavía recuerda que por ser una destacada alumna y ocupar los primeros puestos en el Colegio Nacional de mujeres del Rímac, distrito donde vivía, pudo visitar la cervecería Backus, que en esos años se ubicaba en el distrito del Rímac.
“Fue un premio ver de cerca los diferentes procesos, yo me quedé encantada y decidí que sería una ingeniera en industrias alimentarias”, recuerda la ingeniera peruana.
Finalmente hace un llamado para que otras instituciones como ministerios, universidades, empresas e institutos de investigación se sumen para unir esfuerzos, y pide que desde las escuelas se siembre en los niños la curiosidad por la ciencias y rescatar a las niñas que sí quieren dedicarse a este campo como le sucedió a ella.
Fuente: Agencia Andina