«Los mismos sueños en diferentes almohadas»… Por Octavio Huachani Sánchez

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Las dos derrotas electorales consecutivas no han hecho mella en su deseo de ponerse la banda presidencial en el 2021. Prueba  de ello son sus continuas giras tanto al interior del país como en el extranjero. En este deseo Keiko, muestra la misma firmeza con que adopta férreas posiciones a través de sus voceros.

Precisamente hoy por la tarde Daniel Salaverry, vocero titular de Fuerza Popular, anunció que su bancada había decidido abrir procesos disciplinarios contra los parlamentarios Yesenia Ponce y Kenji Fujimori.

Pero el objetivo de Salaverry era Kenji:»Si él no se siente cómodo en Fuerza Popular, que tenga hidalguía, que tome una decisión y renuncie. Pero lo que no puede hacer es estar socavando la disciplina de la bancada y la unidad de Fuerza Popular constantemente, por eso se le abrió el proceso disciplinario», señaló con gesto adusto.

La infidencia de Yesenia Ponce dejó en mal pie a la lideresa de Fuerza Popular porque, supuestamente, Keiko Fujimori se estaría oponiendo a la  puesta en marcha del Proyecto Chinecas solo por el hecho que este logro beneficiaría al Ejecutivo.

Para desmentir este infundio de Ponce, Keiko, a través de su cuenta en Twiter dijo que era falso porque su bancada ya había presentado en el mes de abril un proyecto de ley al respecto.

La pregunta es ¿entonces por qué no lo aprueban? Mayoría tienen pero les falta voluntad.

Por su parte Kenji Fujimori, quien todavía cumple una sanción de suspensión en Fuerza Popular, aseguró que se someterá a la disciplina de su partido, pero agregó: «Yo considero, en el fondo, que detrás de esta posible expulsión de mi partido hay gente que no quiere ver al ingeniero Alberto Fujimori libre», dijo.

Y en este sainete no podía dejar de aparecer el inefable Héctor Becerril, vocero alterno de FP: «Ha habido nuevamente no solo insultos a la bancada si no también gestos hostiles y eso no se puede tolerar. Hemos visto su actitud en la sesión anterior donde da a entender que hay una mordaza sobre él», se quejó.

Sin embargo cuesta creer que Kenji se haya convertido en el outsider del fujimorismo.

Para algunos, estos aparentes desencuentros formarían parte de estrategia para ocupar las primeras planas y que no se mencionen para nada los procesos investigatorios por lavados de activos donde estarían involucrados ambos hermanos.

Para otros  los desencuentros son reales y tuvo su inicio el tuit que, en plena campaña electoral, Kenji publicó en su cuenta donde  daba cuenta de una posible postulación suya si Keiko no ganaba en segunda vuelta, como efectivamente sucedió.

Hay quienes acusan al menor de los Fujimoris de hacer una campaña propia a través de sus mensajes en las redes sociales. “Kenji no hace uso de la palabra en el parlamento simplemente porque no cuenta con asesores calificados. Lo que tiene es un equipo de publicidad que lo usa para promocionarse, no le interesa el partido” acusaron.

En medio de todo este lío político/familiar, los otros hermanos han preferido mantenerse al margen porque podría perjudicarlos en sus negocios.