Uno de los problemas que más afecta a los peruanos y países de América es la corrupción, entendida como la comisión de actos delictivos en la administración pública, que perturba el desarrollo del país y la población. Los corruptos no nacen, se hacen, se contaminan en entornos permisivos, son egoístas y no piensan en el bien común. Las personas que cometen estos actos pueden tener características o rasgos de trastornos de personalidad, señaló el Dr. Renato Alarcón, director honorario del Centro de Investigacion y Desarrollo de Salud Mental de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH).
“Los corruptos suelen mostrar alteraciones clínicas que reflejan ciertos niveles de incapacidad o limitaciones para el desarrollo de actividades sociales positivas y trascendentes. Pueden presentar conductas desviadas en conflicto con normas sociales generalmente aceptadas, sin importarles el juicio colectivo”, comentó el también titular de la Cátedra Honorio Delgado de la UPCH. Además, pueden ser obsesivamente cuidadosos en la planificación de un acto corrupto, tener rasgos de personalidad limítrofe, histriónica, esquizoide o incluso paranoide, pudiendo, en casos, llegar a estados prepsicóticos.
El Dr. Alarcón precisó que la actitud de la sociedad frente a los actos de corrupción puede ser ambigua pues, en ocasiones, muestra una suerte de aceptación. Hizo referencia a la frase “roba, pero hace obras”, como expresión de una tolerancia inadecuada y negativa. “La corrupción es el acto final al que llega un individuo después de una deliberación personal y/o compartida luego con gente de su confianza que le permite avanzar en la planificación del acto corrupto. Así, factores personales y actitudes públicas pasivas se suman y refuerzan mutuamente en la toma de decisiones”, dijo.
No todos son corruptos
Según el Dr. Renato Alarcón debe tenerse en cuenta dos detalles fundamentales en el análisis de las funciones políticas de las personas. Primero, no toda persona que ingresa o asume una actividad política como ocupación primaria, posee psicopatología de base. Y segundo, las secuelas de su conducta política no son únicamente debidas a sus características psicológicas o emocionales, ya que las circunstancias de su entorno social, colectivo e histórico juegan un papel también fundamental.
Remarcó que también la presencia y detección de rasgos psicopatológicos en individuos corruptos no significan ni representan excusas para el enjuiciamiento y la aplicación de sanciones legales ya que tales conductas tuvieron lugar con pleno conocimiento de su naturaleza y de sus eventuales consecuencias, por parte de sus protagonistas.
Factor Excelencia
El 20 de octubre (para Medicina) y 2 de noviembre (para las demás carreras) se realizarán las evaluaciones para postular a través del “Factor Excelencia” a la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH). Esta modalidad está dirigida para egresados 2018 y escolares de quinto año de secundaria con tercio superior del colegio de procedencia. Para más información visitar: http://www.upch.edu.pe/