La primera bebé de Fiestas Patrias llegó al mundo envuelto en rojo y blanco

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Mía fue recibida con honores patrióticos en el INMP pesando 3,030 kilogramos y midiendo 48 centímetros

En un emotivo inicio de las celebraciones por el 203° aniversario de la independencia del Perú, el Instituto Nacional Materno Perinatal (INMP) del Ministerio de Salud (Minsa) recibió con alegría a la primera bebé nacida en Fiestas Patrias.

A las 02:57 de la madrugada, Mía llegó al mundo pesando 3,030 kilogramos y midiendo 48 centímetros. Su nacimiento marca el inicio de una nueva generación de peruanos en esta fecha tan especial para el país.

El primer llanto de Mía resonó en los pasillos del INMP, emocionando no solo a sus padres, sino también al equipo médico que la atendió. El personal de salud, lleno del espíritu festivo, adornó la cuna de la recién nacida con los colores patrios, reflejando el sentimiento nacional que rodea su llegada.

Karina Rivera Tomairo, ama de casa de 25 años, y Luis Poma Alejandro, mecánico de 26, recibieron a su hija con una mezcla de orgullo y cariño. Aunque Mía aún no entiende el significado de la fecha, su presencia ya ha escrito una nueva página en la historia del Perú.

El INMP, decorado festivamente, se convirtió en el escenario de este emotivo acontecimiento. El nacimiento de Mía por parto natural representa la fortaleza del pueblo peruano, característica que ha definido a la nación a lo largo de su historia independiente.

Mientras las calles y plazas del país se alistan para las celebraciones oficiales, la familia Poma Rivera festeja su propio momento patriótico en la intimidad del hospital. El Minsa reconoce lo único de este nacimiento en este importante día.

La llegada de Mía en esta madrugada del 28 de julio no solo inicia una nueva vida, sino que también simboliza la renovación constante y la esperanza de la patria. Su nacimiento nos recuerda que el verdadero espíritu de la independencia sigue vivo en cada ciudadano que se une a la gran familia peruana.

Así, mientras el Perú recuerda su pasado y mira hacia su futuro, el nacimiento de la pequeña Mía se convierte en un símbolo vivo de continuidad y renacimiento nacional, uniendo la celebración histórica con la promesa de un mañana mejor para la nación.