Don Andrés Llanos tiene 71 años y desde hace seis viene luchando tratando de conseguir que la Oficina de Normalización Previsional (ONP) le reconozca una pensión de jubilación. Apenas cumplió 65 años presentó los documentos que le requirieron y desde entonces mes a mes acude a la ONP en busca a de respuesta.
La primera fue a los ochos de iniciar los trámites y fue negativa. Solo le reconocieron trece años y le dijeron que tenía 15 días para apelar pero debería adjuntar otras pruebas como boletas de pago porque los certificados no bastaban. Entonces se dirigió a indagar en los archivos del IPSS, del Ministerio de Trabajo y finalmente de la Oficina de Registro de la Cuenta Individual Nacional de Empleadores y Asegurados (Orcinea).
Con los documentos recabados hizo su apelación y lo presento a la ONP. Sonreía satisfecho porque aún tenía esperanzas. “Valió la pena el esfuerzo” se le oyó decir. Pero seis meses después le dijeron que no procedía porque le faltaba presentar las planillas.
(Hay que decir que todas las empresas donde laboró don Andrés habían desaparecido así como las fábricas de la Av. Argentina).
Pero el anciano no se arredró y comenzó a buscar a sus ex compañeros de trabajo hasta que uno de ellos le indicó que el ex contador tenía copias de las planillas pero que cobraba 100 soles. Como pudo consiguió la suma requerida y con las copias fedateadas por el ministerio de trabajo hizo su apelación.
Durante seis meses acudía en busca de una respuesta hasta que finalmente salió la resolución donde le informaban que sus aportes solo cubrían 19 años de cotización y por tanto al no alcanzar los 20 años requeridos se denegaba su pedido.
Desde entonces don Andrés perdió la sonrisa.
Dos cuadras más allá de su vivienda, ya en Cárcamo, habita Víctor Martínez al que todos conocen como “foquita” y quien a comienzos de año cumplió 65 años de los cuales la mitad la pasó preso, primero en El Frontón y después en el penal de Lurigancho. Nunca trabajó y vive en una covacha donde con sus amigos bebe licor barato y fuman pasta. Apenas cumplió los 65 inició sus trámites para “Pensión 65”. En apenas seis meses le otorgaron la pensión y ahora cobra, cada dos meses, 250 soles y a fin de año le dan una gratificación de 100 soles. El día que cobra su casa se convierte en un bacanal y la fiesta dura hasta que se le termina el dinero.
Cuando don Andrés pasa por la puerta de la casa de su vecino refunfuña maldiciendo todo. “La vida es una mierda y aún entre los pobres hay desigualdades”, dice.
LA ONP
El drama de don Andrés se repite a diario. Esta misma situación la padece el 50% de los afiliados a la ONP, los cuales se quedan sin un sustento económico en su etapa de vejez. Según la jefa de la Oficina de Asesoría Jurídica de la ONP, Miluska Gil, “la ONP tiene 107,456 procesos previsionales en trámite”. Y es casi seguro que la mayoría no tengan un final feliz.
De acuerdo a una denuncia llegada al Congreso de la República en el 2015 desde el 2011, la Oficina de Normalización Previsional (ONP) había gastado 70 millones de soles en estudios de abogados para litigar contra los ancianos y evitar pagarles una pensión de jubilación a miles de aportantes.
“Conviene preguntarse entonces en tono crítico: ¿resulta ético y jurídicamente amparable que el Estado haga padecer diariamente a los pensionistas regateando pensiones mínimas mientras, al mismo tiempo, contrata sin regateo los costosos servicios profesionales de estudios de abogados, cuya única finalidad, en el plano judicial, es oponerse con absurdos e infundados escritos a los reclamos de los jubilados?” se pregunta el Tribunal Constitucional en la sentencia recaída en el expediente 5561–2007–AA/TC.
Al respecto la Defensoría del Pueblo publicó un informe donde revela que la ONP es la entidad pública con mayor número de demandas de amparo ante el Poder Judicial. La mayoría (41 %) son por violación del derecho a la pensión. El documento indica que el 71 por ciento de los demandantes está cerca a los 72 años, que es la edad promedio de la esperanza de vida según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Más grave aún, el informe revela casos de adultos mayores que han fallecido esperando una pensión que nunca pudieron recibir.
Un dato curioso: en el 2011 registraba un total de 490 954 pensionistas. Actualmente la ONP cuenta con 1 208 656 aportantes y solo 458 673 pensionistas; mientras “Pensión 65” ningún aportante y 500 mil pensionistas.