Especialista del Massachusetts General Hospital confirma que la preeclampsia puede aumentar el riesgo cardiovascular para las mujeres. Entre las condiciones cardiovasculares más frecuentes se encuentran la enfermedad arterial coronaria, la insuficiencia cardíaca, y dos tipos de valvulopatías.
Una investigación publicada en la revista Journal of the American College of Cardiology confirma que las mujeres que tienen hipertensión gestacional o preeclampsia en al menos un embarazo tendrán un mayor riesgo cardiovascular que las mujeres sin esos antecedentes, y que este riesgo elevado persiste al menos hasta los 60 años.
“Las investigaciones realizadas en la última década han demostrado que existen factores de riesgo específicos del sexo para las enfermedades cardiovasculares entre las mujeres”, señala el autor principal de la investigación Michael Honigberg, MD, MPP, de la División de Cardiología de Massachusetts General Hospital (Mass General). “Pero todavía había algunas lagunas significativas en nuestra comprensión de esos riesgos, y una de ellas era si el riesgo elevado persiste a largo plazo después de un embarazo hipertensivo, o si otras mujeres hacen una compensación a medida que el riesgo cardiovascular aumenta con la edad en la población en general”, agrega.
El estudio analizó aproximadamente siete años de datos de seguimiento de más de 220,000 mujeres, quienes fueron inscritas en la investigación entre 2006 y 2010 por el centro UK Biobank del Reino Unido. El estudio hizo tres hallazgos significativos. El primero, las mujeres con antecedentes de embarazo hipertensivo presentaban arterias más rígidas y una tasa de hipertensión crónica entre dos y cinco veces superior en los distintos grupos de edad, en comparación con los sujetos de control.
En cuanto al segundo hallazgo, las mujeres que sufrieron preeclampsia son más propensas a desarrollar condiciones cardiovasculares con el paso del tiempo, entre las que se encontraban la enfermedad arterial coronaria, la insuficiencia cardíaca, y dos tipos de valvulopatías —estenosis aórtica y regurgitación mitral— que no se habían asociado previamente con el embarazo hipertensivo.
En tercer lugar, el estudio descubrió que entre la mitad y un tercio del riesgo de enfermedad coronaria e insuficiencia cardíaca se debía a la hipertensión crónica. “Todavía estamos investigando cómo predecir y prevenir los trastornos hipertensivos en el embarazo, pero lo que podemos hacer es mirar hacia adelante y tratar de mitigar el riesgo de que las pacientes desarrollen enfermedades cardiovasculares”, señala Honigberg. Ello incluye cambios de hábitos, como hacer ejercicio, comer sano, no fumar y controlar el peso. Además, algunas pueden beneficiarse de la medicación preventiva.
“Uno se sorprendería de la poca cantidad de médicos que preguntan a sus pacientes mujeres si han tenido alguna enfermedad hipertensiva en el embarazo. Esta investigación subraya realmente la importancia de que los médicos pregunten sobre estos antecedentes y de que las mujeres los compartan”, comenta Honigberg.