La cantidad de préstamos personales para emprendimientos ha aumentado debido a que el 10% de estos son digitales

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El mercado financiero es uno de tantos que ha sufrido los vaivenes de la pandemia del Covid-19 y las medidas sanitarias impuestas para intentar combatirlo. También jugó un papel decisivo a fin de mantener cadenas de pagos y evitar el colapso de muchos sectores mediante el otorgamiento de créditos u otros servicios financieros, con mayores facilidades que las usuales.

De hecho, si se analiza la evolución de la cartera de créditos, según el Boletín Bancario publicado por ASBANC (Asociación de Bancos del Perú), se observa que los créditos otorgados a las empresas crecieron por encima del promedio. Desde marzo, época en la cual se comenzaron a sentir los embates del nuevo virus, hasta el mes de junio el aumento de créditos para este sector fue significativo, pasando de un crecimiento de más de 10 puntos porcentuales.

De acuerdo a lo publicado por la Asociación, la dinámica de los créditos a las empresas estaría reflejando los efectos de la puesta en marcha y el avance del Programa Reactiva Perú: desarrollado por el Gobierno Nacional, el mismo fue lanzado con el objeto de otorgar garantías a las pequeñas, medianas y grandes empresas a fin de facilitar su acceso a créditos principalmente de capital de trabajo. El eje se centró en posibilitar que las empresas de todos los sectores pudieran hacer frente a sus obligaciones de corto plazo con sus proveedores de bienes y servicios así como con sus trabajadores, evitando al mismo tiempo dejar empleados en la calle y agudizar la crisis económica por la que transitan muchas familias en el país. La necesidad de brindar apoyo particularmente a pequeñas empresas y emprendimientos se refleja día a día, el propio BID (Banco Interamericano de Desarrollo) informó que son los que han sufrido las peores consecuencias en sus ventas. Ocho de cada diez de este tipo de empresas fueron afectadas por la crisis y el 53% de los emprendimientos que generaban ingresos dejaron de hacerlo por causa de la pandemia.

Al observar los indicadores pareciera ser que el panorama comienza a mejorar si se tiene en cuenta que el índice de morosidad en los recursos financieros volvió a sus niveles promedio, luego de haber superado el 3,35% en abril.

Créditos para emprendimientos digitales

Una de las áreas más atendidas por el mercado financiero fue la de las empresas digitales, un concepto bastante abarcativo hoy en día. Esto se debe a que el 10% de los emprendimientos iniciados durante este periodo de pandemia son digitales, a lo que se suma las innovaciones que tuvieron que realizar muchos sectores, tradicionalmente tal vez más alejados de las nuevas tecnologías, para sobrevivir a esta etapa de distanciamiento.

Si bien los negocios electrónicos pueden dispensar de gastos fijos propios de otro tipo de proyectos (como renta de oficinas, mobiliarios, etc.), para comenzar y potenciar el crecimiento se requiere la adquisición de ciertas herramientas de trabajo esenciales como computadoras o laptops, webcams, desarrollo o compra de software, entre otras.

Con el objeto de hacer frente a estas inversiones se han incrementado las consultas por créditos disponibles para jóvenes emprendedores del sector digital. Tan solo la Caja Municipal de Ahorro y Crédito Piura informó haber atendido 4,373 solicitudes de préstamos personales para financiar emprendimientos de este tipo, incluyendo créditos nuevos, ampliaciones y renovaciones.

Esta institución, por ejemplo, otorga montos de 500 a 20,000 soles a pagarse en hasta 60 cuotas mensuales. Como declaró Liliana Lescano, jefa comercial de Créditos Personales de Caja Piura, desde el inicio de la cuarentena la Caja desembolsó más de 79 millones de soles en préstamos personales.

¿En qué se aplican estos montos? pues la respuesta puede estar en la compra de laptops y tablets, cuya importación creció un 49.3% en junio de este año. De acuerdo a ADEX (Asociación de Exportadores) la entrada de estas herramientas tecnologías en Perú alcanzó la suma de 246.7 millones de dólares en julio e implicó una suba del 5.7% con relación a los primeros siete meses del año pasado.

Un sector que crece frente a la crisis: emprendimientos digitales

Se dice que toda crisis supone una oportunidad, al menos para algunos. Si bien la llegada del Covid-19 ha causado estragos tanto en la salud pública como en la economía mundial, se debe reconocer que los principales beneficiados han sido los negocios digitales o electrónicos. El ambiente para desarrollar este tipo de emprendimientos fue, y continúa siendo, el ideal: restricciones para circular, riesgos de contagio, pasar mucho tiempo en casa y evitando el contacto al máximo posible.

El número es chocante, pero por motivo de la cuarentena, la demanda de servicios digitales creció 300% según la compañía tecnológica ESET. Como explicó su gerente general, Jorge Zeballos, el incremento se reflejó en tanto en servicios de streaming (ej. Netflix) como en cursos virtuales, compra de software e e-commerce.

La oferta de servicios financieros mediante medios digitales es uno de los rubros cuyo crecimiento se destaca en este año. Un estudio impulsado por el Centro de Emprendimiento e Innovación de la Universidad del Pacíficó, reveló que el número de Fintechs en Perú creció un 16%. La forma de llamar a este tipo de compañías, una abreviatura de ‘Financial Technology’ hace referencia a empresas de la industria financiera que aplican nuevas tecnologías a la actividad desarrollando un nuevo modelo de negocios, basado justamente en las herramientas digitales.

Según el estudio realizado por la Universidad, el número de fintechs del país pasó de 130 a 151 en el 2020. Se trata de una vía a través de la cual se están solicitando cada vez más préstamos, ya sea créditos personales como para negocios ya que se presenta como una alternativa para que personas físicas y micro y pequeñas empresas puedan acceder de manera más sencilla a los recursos financieros obteniendo liquidez en el menor periodo de tiempo posible.

La coyuntura también ha favorecido este crecimiento, ya que una de las premisas de estas empresas con base tecnológica radica en la posibilidad de concretar la mayor cantidad de operaciones posibles mediante algún tipo de dispositivo electrónico. Si se garantizan estándares de ciberseguridad, se trata de una alternativa a la banca tradicional, cuyas instituciones deberán reinventarse para no quedarse atrás. Así, son muchas las entidades financieras tradicionales que han puesto a disposición de sus clientes servicios que hasta el momento se realizaban de forma presencial, como el otorgamiento de créditos digitales.