El proyecto de investigación fue financiado por Prociencia, en colaboración con universidades de Perú y España.
Por: Lucero Espinoza Castro
La Dra. Yulan Hernández ha estado ligada a la investigación sobre el cáncer desde 2009. La experiencia con las pruebas rápidas de COVID-19 inspiró la idea de combinar la tecnología de biosensores con el formato de flujo lateral para mejorar la detección temprana del cáncer colorrectal, que causa un alto nivel de mortalidad en el mundo.
Según el Ministerio de Salud (Minsa), solo en el 2023 se detectaron más de 500 casos de cáncer de colon, de los cuales un 70% llega en estadios avanzados. Esta patología tiene alta incidencia, así como mortalidad a nivel mundial y en el Perú ocupa el quinto lugar.
La probabilidad de que el cáncer de colon presente síntomas en sus etapas iniciales es generalmente baja. En una entrevista con la Agencia Andina, la Dra. Yulan Hernández expresó que, en este cáncer, los síntomas empiezan a aparecer muy tarde. «Lo que ocurre es que si esperamos a ir al médico cuando los síntomas ya han empezado a aparecer, vamos a estar en un estadio de la enfermedad más avanzado, que lo que hace es que los tratamientos sean menos eficientes, ya hay posibilidad de que haya metástasis. Eso convierte al cáncer colorrectal en uno de los que tienen una mayor tasa de mortalidad”.
Desde 2021, ha trabajado junto al Dr. Yves Coello, el Mg. Santiago Álvarez y la Mag. Carmen Licuona en el desarrollo de un test de flujo lateral para detectar altas concentraciones del antígeno carcinoembrionario (CEA), utilizando equipamiento convencional. El CEA es una proteína que se sobreexpresa en pacientes con ciertos tipos de cáncer, especialmente el colorrectal.
Este test sería similar a los test de embarazo o las pruebas rápidas para detectar la COVID-19 ya que utiliza nanopartículas de oro modificadas con moléculas de ADN sintético (aptámeros) selectivas al antígeno carcinoembrionario (CEA).
El test de diagnóstico rápido busca que las nanopartículas modificadas interactúen con la proteína CEA. Para ello, la prueba requiere muestras de plasma sanguíneo, en una cantidad muy pequeña.
Cuanto mayor sea la cantidad de CEA presente, mayor será la cantidad de nanopartículas retenidas en la línea del test, lo que se podrá monitorear visualmente debido al color de las nanopartículas de oro.
El objetivo es monitorear el aumento en la concentración del biomarcador tumoral CEA. «Se ha logrado detectar CEA en muestras de laboratorio que nosotros comparamos y los niveles que se necesitan para el diagnóstico temprano», dijo.
La idea básica del proyecto es adaptable a otros tipos de cáncer o enfermedades gastrointestinales. Solo se necesitaría identificar el biorreceptor específico (análogo al aptámero para CEA) para el analito objetivo.
Si bien no se puede determinar el costo exacto ni la disponibilidad por el momento, se espera que el test sea económico debido a su naturaleza de flujo lateral basado en papel y al uso de cantidades pequeñas de nanopartículas de oro y aptámeros (más económicos que los anticuerpos tradicionales).
«Los estudios indican que el diagnóstico temprano puede evitar hasta el 30% de los decesos que ocurren actualmente en el mundo por cáncer. Entonces, la vía tiene que ser por ahí, para dar más importancia a la prevención y realizar estos ensayos y que las señales de alarma salten antes», explicó la Dra. Yulan Hernández.
Prociencia financia investigación científica
La investigación comenzó en plena pandemia de COVID-19, lo que generó obstáculos en los investigadores, tales como restricciones de movimiento, acceso al laboratorio y retrasos en la llegada de reactivos. El equipo es pequeño y muchos de sus miembros tienen otras responsabilidades.
«Para empezar a hacer todo esto, el proyecto ha sido financiado y justo acaba de terminar esta primera etapa por Prociencia y en el que nos ayudaba la universidad. Empezó en 2021, que recordemos que era plena pandemia en la que estaba bien restringidos el movimiento, los accesos al campus, no podíamos ir todos, no podíamos ir todos a la vez, además de que somos un grupo pequeñito de investigación», recordó la Dra. Hernández.
A la fecha, se busca mayor financiamiento para continuar la investigación. Con ello se podrá evaluar la selectividad del sensor con muestras reales, trabajar en la reproducibilidad del test, explorando cortadoras automáticas para las tiras y finalmente realizar un análisis de mercado y comercialización si las etapas previas son exitosas.
La investigadora también destacó el apoyo de la Universidad Nacional del Centro del Perú (UNCP) y el Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón (INMA) en España. La UNCP trabajó en el desarrollo del sensor con nanoesferas de oro y la optimización de la elaboración de las tiras de flujo lateral, mientras que el INMA ofreció inicialmente tiras, plataformas automáticas de dispensación y corte, así como en el desarrollo de la detección por hipertermia óptica (tecnología patentada). La Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) también estuvo involucrada a través del laboratorio de la Dra. Hernández, donde se preparaban y modificaban las nanoesferas.
El desarrollo de este test de tiras rápidas para la detección temprana del antígeno CEA representa un avance prometedor en la lucha contra el cáncer de colon en Perú. La sencillez y el potencial bajo costo de la prueba podrían facilitar su implementación como herramienta de cribado rutinario, permitiendo la detección de la enfermedad en etapas más tempranas y, potencialmente, reduciendo la alta tasa de mortalidad asociada a este tipo de cáncer.
Fuente: Agencia Andina