Sin duda las marcas y los distintos sectores deben elaborar estrategias que les permitan ser compañías sostenibles, a eso le está apuntando la industria de la moda.
El tema va tan en serio, que a finales del 2018 en la Conferencia de Cambio Climático de Katowice de las Naciones Unidas en Polonia (COP 24) se lanzó la ‘Carta de la Industria de la Moda para la Acción Climática’, la nominada ‘La Carta’, la cual básicamente tiene como objetivo establecer medidas más concretas para abordar el cambio climático desde este negocio.
Al respecto, Mireia González, Directora de la Maestría en Dirección y Creación de Marcas de Moda de la Escuela Superior de Diseño de Barcelona (ESdesing), informó en uno de sus últimos artículos: “La moda sostenible es aquella que tiene en cuenta valores de respeto por el medio ambiente, pero también al tejido industrial de la moda; desde la salud de los trabajadores, sus condiciones laborales y, en general, implementa sistemas sostenibles tanto en el producto textil, como en los métodos de fabricación”.
González agregó que a nivel ambiental se está haciendo una apuesta por materiales que se obtienen sin pesticidas como el algodón orgánico. De igual manera, si son fibras de origen animal como la lana, se pretende productos obtenidos con respeto por los seres vivos. A nivel social, se exploran las opciones que sean consideradas con los procesos de producción y distribución, los cuales son denominados ‘Fair Trade’.
¿Cuáles son los materiales amigos del medio ambiente?
Las marcas que se han propuesto hacer parte de esta necesidad, han encontrado en los materiales reciclados una excelente herramienta -por ejemplo- utilizando plástico recuperado del mar, que se convierte en poliéster o nylon. De igual manera, ocurre con el algodón o el propio poliéster.
Otra opción son los materiales orgánicos, que son los de origen vegetal obtenidos en cultivos sin pesticidas, los más conocidos son el lino y el algodón orgánico. También está el tencel, una fibra que se fabrica a partir de celulosa, la cual no tiene un gran impacto en el entorno. No se pueden olvidar los materiales veganos, que substituyen diferentes tipos de cueros. Es así como la industria ha venido trabajando en más fibras (muchas experimentales) pero que se abren camino y en el futuro podrán convertirse en las más consumidas.
En esa línea, las instituciones deben coordinar esfuerzos para fomentar la creación o modernización de empresas proveedoras, talleres de confección y demás compañías satélites, muchas deslocalizadas en la década anterior. Se necesita de manera urgente recuperar el tejido productivo e industrial.
Otra barrera de su implementación (que a su vez trae la protección de los trabajadores) es que en muchos casos la moda sostenible aún trae como resultado productos costosos, ya que las materias utilizadas son más difíciles de obtener y no se benefician de la explotación de las personas del sector textil.