La presencia de condiciones desfavorables en los suelos puede generar que, ante un evento sísmico importante, viviendas, colegios, centros de salud y otras infraestructuras presenten graves daños debido a los altos niveles de sacudimiento del terreno.
El Instituto Geofísico del Perú (IGP), organismo adscrito al Ministerio del Ambiente, rescató la importancia de que los gobiernos regionales y locales realicen estudios de zonificación sísmica-geotécnica en sus jurisdicciones, puesto que permiten identificar qué áreas son más susceptibles a ser afectadas por un sismo de gran magnitud.
Hernando Tavera, presidente ejecutivo del IGP, explicó que estos estudios se realizan bajo el sustento de la Norma de Construcción Sismorresistente (Norma E.030), por lo que deben constituirse como insumos imprescindibles a la hora de determinar la calidad de los suelos y las características dinámicas de los mismos, sobre todo en aquellas nuevas áreas consideradas como zonas de futura expansión urbana.
“Desde 2012, el IGP, por encargo del Estado peruano, ha logrado realizar estudios de suelos en más de 60 distritos del país. Una correcta, adecuada y responsable gestión del territorio y del riesgo de desastres, a nivel local, regional y nacional, debe incorporar estos productos, sus conclusiones y recomendaciones”, destaca Hernando Tavera, presidente ejecutivo del IGP.
De acuerdo con los estudios del IGP, más del 70 % de los daños que se producen en las viviendas tras un sismo se deben a que estas se ubican sobre suelos blandos (poca consistencia), inestables o de relleno. Los estudios efectuados por el IGP permiten categorizar los suelos de acuerdo con su consistencia física, en suelos rígidos, moderadamente rígidos, blandos, licuables, sectores con efectos topográficos o inestables, zonas de relleno, entre otros.