No le quedó otra. Pedro Castillo Terrones, en un improvisado mitin efectuado en la Plaza Dos de Mayo, se vio obligado a anunciar el levantamiento “temporal” de la huelga de maestros que había tenido durante 75 días las aulas vacías en todos los colegios públicos del país.
Un día antes Rogelio Tucto, congresista del Frente Amplio, ya había declarado que el acuerdo del levantamiento de la medida de fuerza se había tomado luego de realizarse el Congreso Nacional Extraordinario de los SUTE regionales.
Tucto refirió que si bien la suspensión es temporal, lo más probable es que la suspensión de la huelga sea de carácter definitivo. Según la información alcanzada por el citado congresista, votaron por la suspensión de la huelga: Cajamarca, Lambayeque, La Libertad, Amazonas, Callao, Lima Metropolitana, San Martín, Moquegua, Loreto, Arequipa, Tacna, Piura, Puno, Junín, Madre de Dios, Ica, Tumbes. En contra votaron: Huánuco, Ucayali, Apurímac, Ayacucho, Lima Provincias, Ancash, Pasco, Huancavelica.
En este punto hay que señalar que el levantamiento de esta prolongada huelga de profesores no exime la responsabilidad de quienes permitieron que la crisis se extienda de manera absurda ya que dos semanas antes se había publicado un decreto de urgencia donde el ministerio de Educación atendía gran parte de las demandas planteadas por los docentes por lo que resultaba incomprensible la continuidad de una medida de fuerza que era impulsada por el denominado Comité Nacional de Lucha de las Bases Regionales del Sutep que lidera Pedro Castillo.
Así las cosas, ¿qué podía justificar la intransigencia de Pedro Castillo y adláteres?
Evidentemente los motivos de Castillo eran y son de índole político y por ello, estaban dispuestos a rechazar cualquier concesión del gobierno, sin importarles perjudicar a los alumnos.
Esto quedó evidenciado en el encendido discurso que ofreció en la Plaza Dos de Mayo donde despotricó de los dirigentes del Sutep en “las garras” de “Patria Roja”, partido liderado por el excongresista Breña Pantoja. Otros blancos donde dirigió sus dardos fueron el ministro del Interior Carlos Basombrío, la ministra de Educación Marilú Martens y los medios de comunicación a quienes acusó de “mercenarios”.
Sin embargo una de las razones principales que lo llevó a finalmente aceptar la decisión de las bases regionales fue cada día era menor el respaldo de padres de familia y público en general que en sus primeras semanas acompañó a sus protestas.
Sin duda en materia de educación hay mucho camino por recorrer. Según el último índice de competitividad del Foro Económico Mundial (FEM), nuestro país se encuentra ocupa el puesto 131 en calidad de la educación primaria, 133 en calidad de la educación matemática y científica, 127 en calidad del sistema educativo y 114 en calidad de instituciones científicas.
En esta tarea de mejorar la educación tenemos que involucrarnos todos. De nada sirve recordar que este mal viene desde gobiernos anteriores que poco o nada hicieron para hacer un verdadero cambio y no leyes que al final resultan simples maquillajes.