Analizar el IPC, además de los núcleos/hilos necesarios, ayudará al usuario a hacer una correcta elección del CPU para videojuegos.
Armar una PC para gaming requiere de la evaluación de varios aspectos y componentes, entre ellos, el procesador. Para el elegir el adecuado, muchos usuarios centran su atención solo en su velocidad, ya que suelen verse abrumados por sus especificaciones, sin saber cuál de ellas puede tener un impacto determinante en su real rendimiento.
César Michilerio, Trainer Oficial de AMD Perú, brinda una guía de los aspectos básicos a tomar en cuenta para hacer la mejor elección:
Conocer la arquitectura
La arquitectura de un CPU se refiere generalmente a su estructura y diseño. Además, también señala la generación del mismo. Conocer estos detalles permitirá identificar la potencia a la que son capaces de llegar otros puntos claves como los núcleos y la velocidad de reloj (IPC). En AMD, los Procesadores Ryzen serie 5000 cuentan con arquitectura Zen 3, la cual brinda un salto generacional del 19% en el incremento de instrucciones por ciclo y lleva el desempeño en creación de contenido y gaming a un nuevo nivel, reduciendo la latencia resultante de la rápida comunicación entre el núcleo y la caché, logrando un mayor rendimiento por Vatio.
El IPC hace la diferencia
La velocidad de reloj o instrucciones por ciclo de reloj, IPC, es un valor que se refiere al número de operaciones que la CPU puede realizar en un solo segundo. Este factor es más determinante que otros, tanto que AMD, ha mantenido la cantidad de núcleos pasados, pero ha aumentado el IPC en sus procesadores. ¿Por qué? Un IPC adecuado permite que un ciclo de procesamiento de datos se ejecute en menos tiempo. Y como resultado final, el rendimiento de este será más alto. En términos generales, cuanto mayor sea la velocidad del reloj por núcleo, mejor.
Cantidad de núcleos e hilos
Al ejecutar un juego, la carga de trabajo se distribuye en procesos, los cuales también pueden contener subprocesos. Un procesador debe ser capaz de ejecutar estos y garantizar un buen performance durante el juego.
Los núcleos son la cantidad de procesos que puede manejar un CPU, y los hilos son el total de subprocesos con los que puede trabajar los núcleos.
Si un procesador cuenta con varios núcleos podrá repartir el trabajo entre estos de manera simultánea. En cuanto a gaming, lo recomendable es un CPU de 6 núcleos. Por otro lado, existen modelos de 8 hasta 16 núcleos, que están destinados a otros tipos de tareas en simultáneo como streaming, diseño y edición. Este buen rendimiento siempre estará delimitado por el IPC de cada núcleo.
Determina el uso que le darás al CPU
Tener en claras las funciones de uso que se le den a la PC, es necesario para evaluar las especificaciones que nos permitirán alcanzar la experiencia que deseamos. Si el equipo operará únicamente para videojuegos, se recomienda optar por un Procesador Ryzen 5, al igual para quienes solo se dediquen a streaming. Sin embargo, si el objetivo es gaming, stream y, además, creación de contenidos y videos, los CPU recomendados son Ryzen 7 hasta Ryzen 9 Serie 5000
Como podemos ver, elegir bien el procesador de nuestro equipo gamer es una tarea compleja, pero ahora, con estas recomendaciones, podrás tomar la decisión más adecuada para ti.