Nunca pudo copiar la elocuencia de su jefe pero si adoptó su poder y sus desplantes. Estar cerca al “hombre” lo puso en ventaja, incluso ante apristas de viejo cuño. Después de todo era el que tamizaba la agenda presidencial que incluía entrevistas políticas y partidarias. Incluso ordenaba que el ingreso de algún invitado especial no fuera registrado en el libro de visitas, según testimonios de Miguel Atala y del periodista Miguel Ramírez que ingresaron a palacio de gobierno sin que les tomaran sus datos.
Si, sin duda alguna, Nava era el hombre de mayor confianza del expresidente Alan García. Y eso incluía todos los secretos del fenecido mandatario y también utilizar su poder para hacer negocios y enriquecerse.
No fueron pocos los congresistas apristas que le rogaron para les agende una cita con el compañero Alan. Y ese poder lo habría convertido en tipo arrogante, agresivo y hasta soberbio. Igual que Alan se creía intocable y no permitía que nadie lo acusara.
Hay quienes recuerdan que durante la audiencia en la Primera Sala de Apelaciones, donde a pedido de la fiscalía, ratificaron su detención preliminar, Nava se mostró muy ofuscado y con su dedo índice señaló al fiscal y deslizó una amenaza: «El hecho de que el señor fiscal me haya acusado de peligro de fuga y de perturbación, es una exageración y si no fuese fiscal yo lo enjuiciaría por difamación”.
En realidad no fue esa la primera amenaza que Nava profería. También lo hizo a la conductora Sol Carreño cuando lo entrevistó en el programa Cuarto Poder y hasta al expresidente Alejandro Toledo amenazó con enjuiciarlo porque había declarado que “Luis Nava estuvo en la cárcel por levantarse una mutual».
Los secretos del secretario
Luis Nava Guibert le conocía todos sus secretos a Alan García. Debido a ello en sus declaraciones ante el Equipo Especial Lava Jato señaló que antes de su segundo gobierno, Alan García solicitó ser socio en el Lima Marina Club ubicado en Barranco. “Me comentó que había comprado un terreno en las instalaciones del referido club para estacionar una embarcación. Sé que Alan García Pérez continuó pagando durante el gobierno y que aún tiene un espacio ahí», manifestó.
Además, siempre según el exsecretario de Palacio, García le confió que “que compró una propiedad en la playa del balneario “Los Cocos”, en Asia a nombre de su pareja Roxanne Cheesman. (Posteriormente esta versión fue desmentida por la propia Cheesman).
El hombre y el mar
El fallecido expresidente siempre tuvo predilección por el mar. En el 2003 compró una casa de playa en el balneario “Los Pulpos”. La vivienda había pertenecido a Enrique Elías Laroza quien fue ministro de Justicia durante el gobierno de Fernando Belaunde Terry y fue adquirida por 120 mil dólares a través de un crédito hipotecario que en ese entonces le otorgó el BIF. Posteriormente Alan García decidió vender la casa de playa a su ministro de Educación José Antonio Chang, rector de la universidad San Martín de Porres donde García Pérez dirigía la Escuela de Gobierno y de Gestión Pública
El comienzo del fin
En el primer año del primer gobierno del Apra, Luis Nava Guibert fue nombrado presidente del directorio de la Mutual Perú. Por una serie de razones esta entidad, otrora prospera, terminó en la quiebra. Una de ellas fue nombrar como administradores de las agencias a los hijos de diputados apristas. Muchos de ellos sin experiencia alguna.
Finalmente Nava terminó en la cárcel, tras ser sentenciado en 1993 por los delitos de estafa, contra la fe pública y apropiación ilícita. Estuvo preso alrededor de un año. Luego fue exonerado de responsabilidad por la Cuarta Sala Penal y logró la libertad en febrero de 1994.
Doce años después, asumió la secretaría general de la presidencia en 2006 cargo que ejerció hasta que García lo nombró como ministro de la Producción cuando solo faltaban dos meses para concluir su gobierno. Era julio de 2011.
La gran pregunta
“¿Cómo García lo lleva como secretario a Nava, y lo hace ministro? A mí me preocupa el tema porque ha habido aprovechamiento del gobierno para hacer negocios. Además, ya estuvo con problemas en el primer gobierno de García con el tema de las mutuales, y estuvo detenido, y con esos antecedentes ¿por qué se lo llamó otra vez, a un puesto tan importante como ese?” El autor de las preguntas es el excongresista Víctor Andrés García Belaunde en el programa No hay derecho de Ideeleradio.
“Ahora entendemos una serie de cosas. El señor Nava era un acólito del señor García y lo acompañaba en todas partes, le abría la puerta, y le limpiaba los zapatos, algo que no se entendía, era su total servilismo. Ahora, entendemos que se estaba sirviendo a él mismo también. Ha usado el poder para enriquecerse”, agregó.
Sin duda el hilo de la madeja recién ha empezado a destejerse y habrá más novedades. Por lo pronto en el local de la avenida Alfonso Ugarte hay un hermetismo total mientras el exsecretario de García solo se dedica a atacar a Luis Nava a quien tilda de infraterno y desleal.