● Comienza con hábitos saludables: Es importante moldear los futuros hábitos del hijo desde una edad temprana, sobre todo con opciones nutritivas durante los primeros 6 a 12 meses.
Los cereales infantiles fortificados con hierro son ideales como los primeros alimentos, así como los purés de frutas y vegetales. Una vez que se hayan introducido individualmente, se puede ser creativo con combinaciones de sabores y bocadillos para mantener el interés de los niños.
● Pequeños cambios hacen una gran diferencia: Una de las mejores prácticas es empezar los cambios alimenticios de manera gradual. Para niños pequeños y niños mayores, se puede fomentar pequeños cambios en el tiempo con intercambio de alimentos más saludables. Por ejemplo, intercambiar fruta fresca y hojuelas de cereal fortificado en lugar de galletas rellenas o torta.
● Frutas y vegetales listos: Es indispensable mantener el congelador abastecido con fruta congelada lista para hacer batidos y, si se encuentra de viaje, se recomienda tener porciones de frutas secas y nueces listas para llevar. También se puede almacenar verduras frescas en forma de palitos de zanahoria, apio y rodajas de pepino, así como mantener frutas enteras fáciles de transportar que los hijos disfruten como plátanos, manzanas, naranjas o uvas.
● Sé creativo: Se recomienda cortar desde vegetales hasta sándwiches de una forma más atractiva visualmente para que los hijos se motiven a probar nuevos sabores y colores. Se puede experimentar combinando frutas y verduras con sabrosas salsas como guacamole de palta o salsa de yogurt.
Nestlé para Niños más Saludables, es una iniciativa para ayudar a las generaciones futuras a comer alimentos y bebidas, y moverse más. Para el 2030, tenemos el objetivo de ayudar a 50 millones de niños a llevar vidas más saludables a nivel mundial.