Día de la Mujer: Cinco peruanas que hacen ciencia e inspiran con sus historias

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De un total de 5,942 investigadores, solo 1,846 son mujeres, según cifras oficiales de Concytec.
Mariella Leo (bióloga), Milagros Zavaleta (bióloga molecular), Margareth Manayay (ingeniera agrícola), Ruth Quispe (bióloga molecular) y la escolar Estrella Esquivel nos inspiran con sus historias.

En el Día Internacional de la Mujer queremos dar a conocer algunos logros y conquistas que las mujeres peruanas están haciendo en el campo de la ciencia. Conversamos con tres destacadas biólogas, una ingeniera agrícola y una escolar de Apurímac que ganó un concurso de ciencias. Estas son sus inspiradoras historias.

Según cifras oficiales de Concytec, a febrero del 2021, de un total de 5,942 investigadores, solo 1,846 son mujeres. ¿Por qué tan pocas? Se preguntará, esa es la interrogante que tratamos de responder contando los testimonios de Mariella Leo (bióloga), Milagros Zavaleta (bióloga molecular), Margareth Manayay (ingeniera agrícola), Ruth Quispe (bióloga molecular) y la escolar Estrella Esquivel.

A pesar de las adversidades nos demuestran que sí es posible con mucho esfuerzo y conocimiento seguir impulsando el desarrollo de la ciencia, tecnología e innovación en el Perú.

Mariella Leo: una rana andina lleva su nombre

La bióloga Mariella Leo fue una de las primeras personas en estudiar al mono choro de cola amarilla en 1978 y por invitación del investigador peruano Antonio Brack, el primer ministro del Ambiente del Perú.

Desde los 18 años Mariella Leo, bióloga de la Universidad Nacional Agraria La Molina, trabaja en la conservación de la naturaleza y fue una de las primeras personas en estudiar y conocer mejor al mono choro de cola amarilla (ese monito que aparece en las monedas de un sol) y está en peligro de extinción, debido a la destrucción de su hábitat.

Uno de sus maestros fue el destacado investigador, Antonio Brack Egg, y gracias a él empezó en la investigación de este curioso monito en 1978. Todavía recuerda cuando el científico le dijo: «Te gustaría ir a la selva a estudiar un mono.»

Esa experiencia, ahora figura en los libros para niños de segundo de primaria del Ministerio de Educación. Precisamente, como una anécdota curiosa, recuerda Mariella, un pequeño le escribió hace poco por el Facebook para entrevistarla y le cuente todo lo que descubrió sobre este singular mono.

Mariella es un ejemplo de que se puede hacer acciones para el cuidado del ambiente aun con pocos recursos (Foto: Nick Soto)

En agradecimiento a su incansable labor a favor de la conservación de los recursos naturales y biodiversidad de nuestro país, colocaron su nombre a una nueva especie de rana andina: Phrynopus mariellaleo.

«Esto fue una amable cortesía de un colega Pablo Venegas y me honra mucho», comenta Leo.

Desde pequeña Mariella quería salvar a los animales ¿Seré veterinaria? fue lo primero que pensó, luego se dio cuenta que la Biología le abriría las puertas a todo lo que ella realmente quería hacer. Pero no fue fácil, pasó situaciones incómodas por culpa de personas, muchos de ellos varones, que no confiaban en su capacidad física ni intelectual.

«En una reunión de trabajo con varones y donde yo era la única mujer, la clásica era que me dijeran que tomara notas, mientras ellos decidían cómo salvar al mundo, yo debía tomar notas, a lo cual me negaba sistemáticamente, que lo hagan otros. Soy una persona con bastantes opiniones,» comenta.

Mariella decidió no tener hijos, recuerda entre risas cuando su madre le decía: «Yo no voy a cuidar a tus hijos cuando te vayas meses a la selva», finalmente nunca tuvo que hacerlo; sin embargo, cada vez que se iba Mariella la preocupación por saber cómo estaba era mucha.

”Uno tiene que escoger su camino y ser firme en su decisión. Las mujeres somos capaces de hacer que este mundo cambie,” es el mensaje de la destacada bióloga a todas las mujeres.

«Para saber cómo estaba mi papá se compró un radio transmisor, colocó una antena en el techo de la casa, y así nos podíamos comunicar. No hablaba mucho pero con tal de escucharme y que yo le contara lo que estaba haciendo ya estaba más tranquilo» recuerda Leo.

A sus 65 años, esta bióloga es una fuente de inspiración para las mujeres y demuestra que muchas veces se pueden realizar grandes acciones con pocos recursos. Ahora en estos tiempos de pandemia, no puede ir al campo y el tiempo en casa lo aprovecha en estudiar nuevas tecnologías para explorar la naturaleza.

Mariella Leo no se cansa de aprender, ni de alentar a más mujeres a seguir su pasión.

«Primero debemos valorarnos nosotras mismas, debemos esforzarnos y trabajar mucho. Si quieres ser ama de casa, me parece super, si quieres ser ama de casa y profesional es un reto y si solo quieres ser profesional también me parece bien. Uno tiene que escoger su camino y ser firme en su decisión. Las mujeres somos capaces de hacer que este mundo cambie,» finaliza.

Milagros Zavaleta: la bióloga que creó el primer kit de diagnóstico molecular de covid-19 en el Perú.

A sus 40 años esta bióloga molecular, que se formó en las aulas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, junto a un equipo de científicos peruanos, marcaron un hito a nivel de biotecnología en el país al crear el primer kit de diagnóstico molecular de covid-19 de bajo costo.

En plena pandemia, Milagros Zavaleta, junto a un equipo de investigadores peruanos crearon el primer kit de diagnóstico molecular de covid-19 de bajo costo.

Desde pequeña Milagros recuerda que era muy curiosa, una vez sus padres le compraron un microscopio y a través de este objeto de laboratorio empezó a observar el mundo. En su familia es la única bióloga y tuvo la suerte de siempre contar con el apoyo de su familia en las decisiones que tomaba.

Sin embargo, en varias oportunidades fue testigo de comentarios machistas como: «Dedícate a algo más relacionado con las actividades de las mujeres.»

«Me ha pasado que en alguna reunión una mujer da una opinión o lanza una idea, nadie dice nada, pero cuando un hombre lo hace, todos aplauden y dicen es lo que estábamos esperando», comenta la directora de investigación de BTS Consultores S.A.C, empresa de biotecnología que creó junto a su esposo Luis Saravia.

En sus 15 años dedicada a la ciencia, exactamente a la Biología Molecular, tiene claro que esas actitudes machistas tienen que ver con la formación de la persona y su entorno, es por ello que desde su campo trata de inculcar en los más jóvenes el cambio y busca empoderar a las investigadoras mujeres.

La bióloga peruana trata de inculcar en los más jóvenes el cambio y busca empoderar a las investigadoras mujeres.

«Hemos visto algunas veces que las chicas no opinan, tienen la misma capacidad que sus colegas, pero no buscan liderar, están como un paso atrás y eso debe cambiar, por eso buscamos empoderarlas pero siempre buscando la igualdad» recalca Zavaleta.

La bióloga peruana finaliza la entrevista vía zoom con un mensaje potente para todas ellas: «Hay que buscar las herramientas, conocimiento y la independencia para poder aportar a la sociedad. A todas las niñas y adolescentes les digo que uno hace bien las cosas no solo por ser mujer, uno lo hace bien porque está preparado y eso lo logra con conocimiento y trabajo arduo, mostrando eso uno logra los objetivos que se plantea,» concluye.

Margaret Manayay : la ingeniera agrícola que investiga los hongos cargando a su bebé en la espalda

Con voz apresurada responde el teléfono Margaret Manayay, ella se encuentra en el departamento de Lambayeque, tiene una reunión de trabajo y un bebe que atender. Pero se da tiempo para todo, a sus 28 años ella es co-fundadora de Simbiosis, un empredimiento familiar dedicado a la investigación y comercialización de los hongos comestibles, un alimento de gran valor nutricional.

«Es un trabajo arduo, empezamos hace 10 años, primero se investigó el hongo y a la comunidad se le ha brindando los conocimientos adecuados para un correcto aprovechamiento de las setas,» explica Margaret.

Este proyecto recibió un financiamiento 50 mil soles en el concurso Reto Bio del programa Innóvate Perú, del Ministerio de Producción. Actualmente, genera ingresos económicos a más de 300 familias de diferentes regiones del país, y exportan indirectamente a Brasil, Alemania y Francia.

«Nuestra meta para el próximo año es hacerlo nosotros mismos y con ayuda de la tecnología lo lograremos,» explica Margaret, ingeniera agrícola de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo.

La ingeniera agrícola Margaret Manayay se dedica a la investigación y comercialización de los hongos comestibles en Lambayeque

A los 17 años comenzó a estudiar la carrera, recuerda que solo eran cinco mujeres en la clase, pero confiesa que no tuvo mayores dificultades el haberse criado en el campo le ayudó mucho para «resistir» como ella dice.

El febrero del año pasado, un mes antes de la pandemia, gracias a una pasantía financiada por el Programa Nacional de Innovación Agraria (PNIA) del Ministerio de Agricultura, Margaret viajó a España para especializarse en el estudio de los hongos. No fue sola, cargó a su hijo a la espalda y se fueron juntos.

«Cuando me fui a España me llevé a mi bebé de dos mesesitos, mi esposo me ayudó para llevar la pasantía, los tres fuimos juntos. A las madres no nos importa donde estemos con tal de estar juntos con nuestros hijos, así estamos tranquilas. Si me toca ir a las comunidades yo me lo llevo, aquí cogemos una manta y llevamos cargado en la espalda a nuestros hijos,» cuenta entre risas.

Su pequeño de 2 años es su mayor inspiración, y todo lo hace por él, para que sepa cuál es el valor del esfuerzo y darle un buen ejemplo.

«Ser mamá e investigar no es fácil, pero por él saco fuerzas de donde sea para salir adelante con los proyectos», finaliza la ingeniera agrícola que no para de investigar y difundir el alto valor de los hongos peruanos para el mundo.

«Ser mamá e investigar no es fácil, pero por mi hijo saco fuerzas de donde sea para seguir adelante con los proyectos», señala la ingeniera agrícola.

Ruth Quispe Pillco: planeaba lanzar una misión a la Luna y terminó siendo exploradora de National Geographic

Antes que la pandemia cambie nuestras vidas, la bióloga Ruth Quispe planeaba enviar una misión a la Luna, su proyecto se llama KillaLab. Hace dos años ella junto a un equipo de científicos peruanos hicieron noticia en varios medios locales por querer enviar un mini laboratorio a la Luna, era la primera vez que sucedía eso en el país.

«El proyecto consistía en estudiar la supervivencia de cianobacterias altoandinas (capas verdosas que crecen sobre las rocas) en condiciones lunares, es decir ver cómo se comportan ante las altas temperaturas que tiene la Luna, la radiación o hidratación del ambiente», explicó a la Agencia Andina, Ruth Quispe, quien se formó en las aulas de la Universidad Nacional Agraria La Molina.

La bióloga Ruth Quispe junto a un equipo de científicos peruanos planeaban enviar una misión a la Luna, su proyecto se llama KillaLab.

Sin embargo, por temas de pandemia, todo se vio postergado y el lanzamiento previsto ya no pudo hacerse realidad.

Pero las cosas buenas también llegaron de la mano de KillaLab, este proyecto científico le abrió muchas puertas y hasta pudo cumplir un sueño que tuvo desde niña: ser exploradora de National Geographic

«No me imaginé nunca, cuando gané el grant por National Geographic no pensé que eso significará ser exploradora. Me invitaron a exponer en Washington un proyecto sobre el cushuro ante los dueños de las empresas más millonarias del mundo, ellos estaban aprendiendo un poco del cushuro, que en los andes peruanos hay bofedales que necesitan el apoyo de muchos conservacionistas. Eso me llenó de felicidad y me ha dado más ánimos para seguir con los proyectos,» cuenta emocionada Ruth.

Para ella cada oportunidad es como una puerta y tiene una llave, lo que le recomienda a las niñas, adolescentes y jóvenes es tener muchas llaves: una puede ser saber inglés, saber más de tu carrera, tener la capacidad de comunicar o tu valentía.

También es consciente, gracias a los proyectos interdisciplinarios en los que participa, que en el mundo de la programación, big data, matemáticas o física se necesitan más mujeres para lograr la equidad y las anima a capacitarse en estas ramas de la ciencia.

”En el mundo de la programación, big data, matemáticas o física se necesitan más mujeres para lograr la equidad y las anima a capacitarse en estas ramas de la ciencia,” señala Ruth Quispe.

El 12 de marzo, Ruth cumplirá 29 años, cuatro días después del día de la mujer, y su cabeza tiene mil ideas: una de ellas es abrir junto a sus compañeros de KillaLab un centro de investigación, también piensa que podría dedicarse a la docencia o estudiar un doctorado. Antes de finalizar esta entrevista por Zoom, envía este mensaje para las peruanas:

«Al inicio de nuestra carrera es importante abrir muchas puertas, mientras más conocimientos tengamos es mejor, por ejemplo: es importante estudiar quechua, inglés y saber más allá de nuestra carrera, porque este mundo es interdisciplinario,» finaliza Quispe.

Estrella Esquivel Romero, la escolar de Apurímac que creó un termómetro – oxímetro

De Lima viajamos, gracias a la tecnología del Zoom, al departamento de Apurímac, provincia de Chalhuanca, allí vive Estrella Esquivel Romero, una estudiante del cuarto de secundaria del Colegio de Alto Rendimiento de Apurímac (COAR).

Ella fue ganadora del concurso de la Feria Escolar de Ciencia y Tecnología Eureka 2020 gracias a su proyecto: la creación de un oxímetro-termómeno para medir la saturación de la sangre y la temperatura, con el fin de que sea utilizado en lugares de gran concurrencia o por las instituciones y autoridades.

«Junto a mi docente Pablo Eleazar Ataucusi Romero logramos hacer realidad este proyecto, todo lo hice en mi casa y por videollamadas porque no podíamos salir,» cuenta Estrella.

A sus 14 años, ya tiene varios concursos de ciencias ganados, antes creó una solución para combatir la anemia. Tiene dos hermanas menores y por ellas quiere ser mejor cada día, ser un buen ejemplo.

”Estrella Esquivel es una estudiante de cuarto año de secundaria de Apurímac y el año pasado ganó el segundo puesto en la Feria Escolar de Ciencia y Tecnología Eureka 2020 por crear un oxímetro-termómeno. (Foto: Archivo personal)

En poco tiempo Estrella saldrá del colegio, y planea estudiar Economía o Psicología en una universidad del extranjero. Sabe que con mucho esfuerzo y dedicación, así como sus padres lo hacen, hará realidad sus proyectos.

«Yo creo que para una mujer no es difícil alcanzar los logros, pero tener el reconocimiento de los demás, eso sí es bien difícil. Todavía nuestra sociedad piensa que los logros hechos por los varones tienen más peso. Eso debemos cambiar.»

Con el mensaje de esta escolar cerramos estas historias. Aún queda mucho por hacer, pero lo lograremos si trabajamos muy duro, aprovechamos las oportunidades y no nos rendimos.

Fuente: Agencia Andina.Por: María Fernández Arribasplata