Desarticulan organización criminal dedicada a la extorsión y hurto de autopartes

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En un nuevo megaoperativo contra la delincuencia organizada, la Policía Nacional del Perú (PNP) y el Ministerio Público detuvieron hoy a ocho presuntos integrantes de la organización criminal “Las Hienas del Norte”, dedicada a la extorsión, al hurto y a la venta de autopartes.

La red criminal, formada en 2017, se beneficiaba ilegalmente del robo y venta de autopartes en Lima, que obtenían bajo la modalidad del raqueteo y la extorsión a los propietarios de vehículos robados, para luego venderlas en el mercado negro de Trujillo, Pucallpa, Huancayo y Huánuco.

Producto del operativo, se detuvo a Pablo Tantas Botiquín (51), presunto cabecilla de esta organización criminal, y a otros siete integrantes, quienes estarían inmersos en los delitos contra la tranquilidad y la paz pública y contra el patrimonio, en la modalidad de receptación y extorsión.

La operación incluyó el allanamiento de 13 inmuebles vinculados con la organización delictiva, entre ellas, 11 viviendas y dos talleres donde se halló una gran cantidad de autopartes, así como facturas y boletas de venta que servirán como elementos valiosos para la investigación.

En este operativo, a cargo de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac) de la PNP, participaron 253 policías y 15 fiscales, además de 54 vehículos y dos ambulancias policiales.

Modus operandi

De acuerdo con su modus operandi, “Las Hienas del Norte” primero identificaban a los vehículos de fácil sustracción, o que se encontraban estacionados en lugares desolados, para proceder a robarlos y desmantelarlos, despojándolos del timón, faros, computadoras, inyectores, etc.

Según la investigación policial, la organización operaba bajo la modalidad de “sesión de vehículos”, que consistía en convencer a los dueños de los automóviles robados a poner la denuncia para luego cobrar el seguro del vehículo para la reposición de uno nuevo.

Este grupo criminal contaba con una estructura jerarquizada y divida en desmanteladores, distribuidores y abastecedores, además de un cabecilla, quien coordinaba y dirigía los robos de vehículos y autopartes, para distribuirlos en mercados y talleres mecánicos de Lima y provincias