Con pancartas alusivas a la convivencia pacífica, personal femenino de la Policía Nacional pidió frenar los actos vandálicos y enfrentamientos en el país.
Mujeres policías de la VII Macro Región Policial Cusco hicieron un llamado a la paz y a evitar la violencia durante las manifestaciones sociales que aún se registran en varias regiones del país.
Portando pancartas con mensajes en favor del diálogo y frases como “Nada bueno viene jamás de la violencia”, las policías se congregaron en la Plaza Túpac Amaru y la Plaza de Armas de la ciudad del Cusco, donde fueron respaldadas por varios transeúntes y turistas.
De esta manera, el personal policial de la citada macrorregión buscó sensibilizar a la ciudadanía y sumar esfuerzos por el cese de los actos vandálicos perpetrados en las últimas semanas, que han enlutado a varias familias, entre ellas, a la propia Policía Nacional, y ocasionado cuantiosos daños materiales.
Durante la presentación de las pancartas, el jefe de la VII Macro Región, Gral. PNP Javier Helder Vela Arangoitia, reiteró que la Policía Nacional –como señalara en su momento el titular del sector Interior, Vicente Romero Fernández– continuará protegiendo la integridad de todas las personas por igual, sin distinción entre manifestantes y ciudadanos que no se participen en las movilizaciones. Eso sí, aclaró, no se permitirán daños a la propiedad pública ni privada, ni otros actos que atenten contra el orden público.
“Tenemos que buscar el desarrollo del país y, en este caso, del Cusco, por lo que exhortamos nuevamente a la población a manifestarse de manera pacífica”, sostuvo la autoridad policial, quien confía en que el diálogo terminará constituyéndose como el camino más eficiente para restaurar la paz social.
Cabe resaltar que, a la fecha, la innecesaria violencia durante las protestas en el Cusco degeneró en bloqueos de carreteras, intentos de saqueo a centros y tiendas comerciales, inestabilidad en la operatividad del aeropuerto internacional Alejandro Velasco Astete, sabotaje a las vías del tren, la caída de la actividad turística y ataques a un campamento minero en la provincia de Espinar.