Consumo de bebidas alcohólicas en exceso aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades graves o padecer de trastornos mentales

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Especialistas recomiendan evitar el abuso de las bebidas alcohólicas durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo

En diciembre, las fiestas por fin de año suelen involucrar agradables comidas, bonitos regalos y decoraciones especiales. Sin embargo, para muchas personas el consumo de alcohol es parte fundamental del festejo. Esta creencia ha llevado a instaurar en las familias a las bebidas alcohólicas como parte del menú habitual de celebración, afectando con ello su salud y dinámica socio-familiar.

El psicólogo de la Dirección de Salud Mental del Ministerio de Salud (Minsa), Miguel Hinojosa Mendoza, enfatizó que ni las fiestas navideñas, ni ninguna otra celebración son motivo para consumir bebidas alcohólicas, pues esto podría significa un riesgo para la salud y sus consecuencias afectan la vida personal, familiar, laboral y social.

En ese sentido, precisó que las personas que consumen bebidas alcohólicas tienen mayor riesgo de sufrir algún tipo de cáncer, enfermedades del corazón, del hígado, presión arterial alta, accidentes cerebrovasculares o trastornos mentales como depresión o ansiedad. Asimismo, todo consumo de alcohol aumenta el riesgo de muerte por accidentes automovilísticos, lesiones, homicidios y suicidios.

Según el encargado de la Unidad de Hospitalización de Salud Mental y Adicciones (UHSMA) del Hospital María Auxiliadora, Jorge Pizarro Sánchez, la población en el Perú consume alcohol con bastante frecuencia. Asimismo, indicó que las personas que tienen dependencia al alcohol no siempre son conscientes de la enfermedad porque la línea que separa el consumo social y un cuadro de tolerancia/abstinencia, en donde existe una dependencia, es muy delgada.

“A veces también va asociado a lo que llamamos patología dual. Eso quiere decir, por ejemplo, si yo tuviera fobia social y descubro que si tomo alcohol se me pasa el miedo y me convierto en el rey de la fiesta, empiezo a consumirlo por necesidad social, hasta que me convierto en alcohólico”, señaló el especialista.

El doctor Pizarro explicó que, si un usuario lo decide, el trastorno por consumo de alcohol se puede tratar con medicación y terapia personal o grupal. Sin embargo, es un tratamiento de largo aliento, con un tratamiento de por vida, para lo cual es importante el soporte familiar con el que pueda contar la persona.

Finalmente, el doctor recomendó no caer en publicidades en las que se relaciona el beber alcohol con momentos felices y de celebración, resaltando que “deberíamos tener publicidad en la que se diga que hace daño, no solo para el cerebro sino también para las otras patologías, para que la gente entienda que el alcohol puede matar”.

Para mayor información sobre el tema o para recibir orientación y consejería en salud mental, puedes comunicarte a la línea 113, opción 5, o acudir al establecimiento de salud más cercano a tu domicilio.