En la Amazonía peruana existe un ruidoso pero encantador lugar donde diversas especies de monos brincan libres, en armonía con el entorno y lejos de la temible caza ilegal.
Este paraíso terrenal se ubica a 30 kilómetros de la ciudad de Iquitos y lleva un nombre particular: la Isla de los Monos.
Una nueva oportunidad
Este maravilloso lugar, visitado en época de normalidad por los numerosos turistas que llegan a la región, nació hace 20 años por iniciativa de don Gilberto Guerra Reátegui. Este buen hombre, enterado del peligro constante al que estaban expuestos los monos, decidió disponer de su propia vivienda para instalar un centro de rescate en el que estos amigables animales pudieran tener una segunda oportunidad de vida.
En conversación con RPP, Aníbal Flores, cuidador de esta especie de archipiélago amazónico, contó que los primeros diez años fueron empleados para adaptar el lugar como hábitat natural para los monos. Se plantó árboles para disponer de áreas verdes.
Lo que siguió fue poblar, poco a poco, aquel espacio íntimo. La “isla” se convirtió en el hogar de siete especies de monos, sueltos en casi 450 hectáreas de albergue. Si no eran acogidos, lo más probable es que estos animales hubieran perecido víctimas de la deforestación, la caza furtiva o el maltrato animal.
Entre las especies que habitan en la isla destacan el mono choro, el tocón, el leoncito, el mono araña y el mono aullador.
Estos traviesos mamíferos no respiran otra cosa que no sea tranquilidad. Una vez en manos del albergue, son curados y alimentados. El amplio espacio les permite correr, jugar y, claro está, colgarse y balancearse en los árboles.
Una vez que sanan completamente, los peludos inquilinos son devueltos a su hábitat natural para que puedan volver a ser libres. Algunos de ellos, parten; otros, prefieren gozar de la tranquilidad y el amor que sus cuidadores ofrecen en el albergue.
La Isla de los Monos se sostiene de la autogestión, gracias a los cientos de visitantes, tanto nacionales como internacionales, que llegan a la zona para jugar con los amorosos primates.
¿Cómo llegar?
Existen diversas opciones. Es posible arribar desde Bellavista Nanay (situada al norte de la ciudad de Iquitos), a través de una embarcación fluvial (puede ser un bote “peque peque” o también un bote rápido, la diferencia es el tiempo de llegada).
Asimismo, existe la ruta que inicia en el puerto Productores. Primero, hay que ir en lancha por el majestuoso Amazonas hasta el Varadero de Mazán. Luego, hay que hacer transbordo a un bote “peque peque”, el cual te dejará a pocos pasos de este atractivo turístico.
Una vez ahí, se debe abonar por derecho de ingreso. Extranjeros adultos pagan S/30, y niños S/20. Nacionales adultos pagan S/20, y niños S/10. Cada sol recaudado es invertido en alimentos, medicinas y mantenimiento de la “Isla”.
Una vez dentro, te recomendamos seguir las siguientes reglas: está permitido interactuar con los amiguitos peludos sin alimentarlos ni perturbarlos. También es posible tomarse fotos abrazando a uno de estos amorosos primates. Eso sí, siempre y cuando las instantáneas no sean con flash.
Es más, si usted está interesado, puede unirse a las labores del refugio a través del voluntariado. La información requerida está en la página oficial del refugio.
La Isla de los Monos es una indiscutible parada para todo aquel que decide visitar la Amazonía. No se pierda esta enternecedora experiencia, claro, cuando la mochila viajera pueda volver a circular por el Perú.
Fuente: PROMPERÚ