Con piel de cerdo y piel humana curan las quemaduras de niños en el Perú

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El Banco de Tejidos del INSN-San Borja, único en el país, es una esperanza de vida para los pacientes quemados.

La pequeña Yenicza tiene tan solo 1 año y 9 meses y su frágil cuerpecito ya siente un dolor indescriptible. El 18 de noviembre en su natal Satipo sufrió un accidente que la dejó con el 35% de su cuerpo quemado. Ya pasó por cinco operaciones y por estos días se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja recibiendo un tratamiento avanzado para quemaduras, que consiste en el uso de apósitos biológicos que son proporcionados por el Banco de Tejidos del INSN-San Borja, el único en Perú. Desde su creación en el 2013, el Banco de Tejidos del INSN-San Borja ha beneficiado a más de 50,000 pacientes. Este banco procesa apósitos biológicos convirtiéndose en un recurso vital para el tratamiento de quemaduras graves.

En diálogo con la Agencia Andina, la doctora Leyla Meléndez Álvarez, coordinadora técnica del Banco de Tejidos del INSN-San Borja, explica en qué consisten los apósitos biológicos, cuáles son y de qué manera contribuyen en la recuperación de los pacientes con graves quemaduras.

“Cuando un paciente sufre una quemadura esa piel ya no sirve, no tiene condiciones biológicas y por tanto se debe eliminar. Cuando retiramos la piel quemada queda una herida en carne viva de gran tamaño y si dejamos esa herida sin hacer nada, caerá una infección, sangrará, habrá pérdida de líquidos y electrolitos, todo eso va a perjudicar al paciente. Es por ello que nosotros colocamos los apósitos biológicos que pueden ser: piel de cerdo, piel humana y la membrana amniótica que proviene de la placenta”, detalla la médica cirujana.

En estos 11 años de funcionamiento, el Banco de Tejidos del INSN-San Borja, el único en el país, ha producido más de 60 mil apósitos biológicos para pacientes a nivel nacional. En su mayoría son utilizados para tratar las graves quemaduras, pero también para casos de várices, pie diabético, etc.

¿Cómo se usan los apósitos biológicos?

La doctora Leyla Meléndez Álvarez señala que los apósitos biológicos sirven para disminuir el dolor, la pérdida de líquidos, electrolitos y disminuir la posibilidad de un sangrado y favorece la preparación para una reconstrucción definitiva

“Es como una barrera mecánica para evitar que los microorganismos ingresen al área cruenta, es decir a la herida viva, y va favorecer la preparación para una reconstrucción definitiva. La piel de cerdo, piel humana o la membrana amniótica se utilizan como apósitos biológicos temporales, pueden estar en el paciente de 3 a 5 días, no son definitivos. Dan tiempo a los médicos para que el paciente mejore su hemoglobina, se hidrate, se nutra y poder recuperarlo de forma definitiva”, señala.

Luego de ese tiempo con el apósito, el paciente vuelve a entrar a sala, se hace una limpieza quirúrgica y si está en condiciones de estar reconstruido se coloca el autoinjerto, es decir la piel del propio paciente.

“Si vemos que hay riesgo de infección o todavía no hay una limpieza adecuada volvemos a poner el apósito por cinco días más”, explica la doctora Meléndez.

La especialista también agrega que los apósitos tienen la característica biológica que favorece a la granulación es decir al proceso por el cual el organismo procura cerrar las heridas

Piel de cerdo, piel humana o amnios ¿Cuál es mejor?

Sin duda la piel humana sería la opción ideal por su mayor compatibilidad con el tejido del paciente. Sin embargo, en lo que va del año, solo se ha recibido una donación de este tipo

No hay una cultura de donación, cuando se habla de ese tema muchos piensan que al familiar fallecido lo van a mutilar, y no es así, solamente se retira una lámina sumamente delgada de piel de la espada y luego se cobertura con un apósito para que el fallecido quede totalmente estético para sus exequias y actos fúnebres sin perjudicar en lo más mínimo. Lo más valioso es que esta piel servirá para tratar las quemaduras de los niños”, enfatiza la doctora.

Está comprobado que la piel humana biológicamente es mucho más estimulante que la piel de cerdo al ser de la misma especie.

“Los homoinjertos derivados de tejidos humanos tienen una característica muy similar histológica e inmunológicamente hablando. Por lo tanto, el organismo lo incorpora mejor, ayuda en la irrigación y estimula la piel para favorecer la adherencia del tejido autónomo (propio)”, menciona la doctora.

Sin embargo, la cantidad con la que cuenta el Banco de Tejidos no es la que se desearía. Ante la escasez, los médicos optan por la piel de cerdo, el apósito biológico más usado en el tratamiento de quemaduras graves. Puede durar hasta 16 meses como la membrana amniótica y no necesita congelación ni mayor requisito para su rápido traslado.

Lo que no sucede con la piel de humana, que sí requiere una cadena de frío, por esa razón no puede ser llevada a provincias. Los pacientes que hacen uso de este apósito biológico son únicamente los pacientes del INSN-San Borja.

La doctora Leyla Meléndez explica que hay dos formas de obtener la piel humana: de paciente cadavérico y cirugías estéticas, es decir ese remanente de piel se trae al Banco de Tejidos del INSN-San Borja para procesarlo.

Mientras que la membrana amniótica o amnios, este tejido semitransparente que proviene de la placenta, se utiliza principalmente para tratar las quemaduras faciales y es procedente del Instituto Nacional Materno Perinatal (INMP).

¿Cómo es el procesamiento de la piel de cerdo, piel humana y amnios?

Cada apósito biológico cuenta con un procesamiento diferente. Por ejemplo: la piel de cerdo llega al Banco de Tejidos del INSN-San Borja gracias a la empresa San Fernando.

Rafael Montoya lleva 11 años trabajando en el Banco de Tejidos y explica a la Agencia Andina que los cerdos son hembras de unos 6 meses aproximadamente.

“Con un detergente especial le bajamos la carga microbiana, se le quita la grasa y se lava con agua destilada varias veces”, detalla Montoya quien forma parte del equipo de 10 personas que trabajan en el Banco de Tejidos.

Luego se congelan los apósitos, se realiza la liofilización y corte de los apósitos, para empacarlos y etiquetarlos. La siguiente etapa se realiza en el Centro Nuclear Racso del Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN) donde se irradian los apósitos biológicos para esterilizarlos, luego pasa por un control microbiológico post irradiado. Finalmente, viene el almacenamiento y dispensación.

La irradiación es un proceso de esterilización que preserva los tejidos, no los daña, no los quema, los radio esterilizan y a nosotros nos proporciona un apósito seguro”, señala la doctora Meléndez.

Para el procesamiento del apósito biológico de piel humana glicerolada al 85%, la Dirección General de Donaciones, Trasplantes y Banco de Sangre (Digdot) entrega al Banco de Tejidos la piel humana procedente de un donante cadavérico.

En el INSN-San Borja se registra al donante de piel humana. Luego se realiza la descontaminación química de la piel humana y termo agitación en dilución de glicerol al 70% y 85% en suero fisiológico. El siguiente paso es la realización del control microbiológico al apósito de la piel humana, corte, empaquetado, etiquetado del injerto de la piel humana y transporte hasta el Centro Nuclear Racso donde se irradia este apósito biológico.

Finalmente, se realiza el control microbiológico post irradiado, el almacenamiento y dispensación de los injertos de piel humana.

En el caso del procesamiento de membrana amniótica, el Instituto Nacional Materno Perinatal (INMP) entrega al INSN-San Borja la membrana amniótica procedente de un donante vivo.

En el INSN-San Borja se realiza el registro de la donante cesárea. Luego se realiza el lavado de amnios, cierre y rotulado de los frascos de amnios. El siguiente paso es la limpieza y secado de los amnios dentro de la cabina de flujo laminar durante 24 horas. Luego viene el corte de los apósitos en tamaños de 4×4 cm aproximadamente y primer empaquetado. El segundo empaquetado es en bolsa polietileno, tercer empaque y sellado del apósito.

Finalmente como los anteriores apósitos biológicos, este también va al IPEN para la radio esterilización de los tejidos biológicos del AMNIOPER y proporcionar un apósito seguro y esteril.

Regresa al Banco de Tejidos y pasa por el respectivo control microbiológico post irradiado, almacenamiento y dispensación.

Energía nuclear para esterilizar los apósitos biológicos

El Centro Nuclear Racso del IPEN, ubicado en el distrito de Carabayllo, cuenta con una Sala de Irradiación donde se aplica radiación ionizante a los productos médicos que se necesitan esterilizar, en este caso las dosis van desde los 15 kGy hasta los 50 kGy.

El equipo con el que cuentan se llama Gammacell 220 excel, pesa aproximadamente 4 toneladas, tiene un blindaje de plomo y la fuente que se utiliza es el cobalto 60, un isótopo radiactivo del metal cobalto que se utiliza en diversas aplicaciones, como radioterapia para pacientes con cáncer, esterilización de equipos médicos y la irradiación de alimentos para aumentar su vida útil.

“El cobalto 60 se encuentra distribuido en la parte central del equipo Gammacell 220 excel, que cuenta con una cámara en su interior donde se colocan los productos médicos. El tiempo depende del producto que se está irradiando, por ejemplo para 40 unidades de apósitos de piel de cerdo se necesita un tiempo de 4 horas de irradiación”, explica a la Agencia Andina, Emma Castro, responsable del área de irradiación de productos médicos.

A la fecha el Banco de Tejidos cuenta con alrededor de 3000 apósitos biológicosa disposición de los pacientes y se encuentran cubiertos por el Seguro Integral de Salud (SIS). La doctora enfatiza que se puede distribuir a quien lo necesite a nivel nacional y es considerado un dispositivo médico de interés de salud pública.

Piel que dona, piel que ayuda a curar las quemaduras

En las próximas horas, la pequeña Yenicza volverá a sala de operaciones para ver si finalmente se encuentra apta para realizar el autoinjerto. Su médico a cargo es la doctora Carolina Chávez, pediatra de UCI de la Unidad de Quemados. La especialista explica a la Agencia Andina que en el caso de la bebé por las graves quemaduras en su abdomen, espalda, muslos y genitales tendrán que sacar piel de su cabecita usando una técnica conocida como enmallado, es decir colocan la piel en una malla y lo van estirando hasta 14 veces su tamaño normal. 

“Esa piel sana es oro para nosotros los médicos y tenemos que optimizarla lo más que se pueda”, explica.

Mientras se aferra a la vida esta valiente pequeña, esperamos que su historia y la de muchos otros pacientes que sufren graves quemaduras encuentren alivio cuando sepan que más personas son conscientes de la importancia de donar piel. Como bien lo señala la doctora Leyla Meléndez: “Después de la vida, podemos dar vida con nuestra piel y ayudar al tratamiento de quemaduras de muchos pacientes”, concluye.

Fuente: Agencia Andina