Más de 130 nativos del Bajo Urubamba que forman parte de las etnias Matsiguenka y Yine participan del encuentro con el Papa Francisco en Puerto Maldonado. Ellos forman parte de las comunidades de Kirigueti, Casshiriari, Nuevo Mundo, Sepahua, y Ticumpinia, área de influencia directa de Camisea y de otras comunidades aledañas.
Los miembros de las comunidades viajaron de 3 a 4 días, utilizando diferentes medios de transporte para llegar a la comunidad de Camisea, ubicada en el distrito de Megantoni, Cusco, punto de encuentro de un centenar de indígenas para trasladarse por río al aeródromo de la Planta de Gas Malvinas, desde donde se coordinó el traslado final a Puerto Maldonado.
El Padre Javier Ignacio Iraizoz, quien ejerce su labor pastoral en el Bajo Urubamba por más de 45 años, expresó su satisfacción y alegría por el trabajo y el esfuerzo de todas las delegaciones de nativos, por participar del encuentro con el Sumo Pontífice, en el Coliseo Regional de Puerto Maldonado.
“La visita del Santo Padre tiene una importancia grande para los pueblos amazónicos porque no se trata de un acontecimiento más, sino que tiene repercusión en todo el mundo. Cada asistente recibirá el mensaje del Papa y tiene como misión llevarlo a sus respectivas comunidades”, afirmó el Padre Ignacio.
Destacó que el Papa tiene especial interés en mantener contacto con los pueblos amazónicos: “Posiblemente Madre de Dios es a nivel mundial el departamento que concentra más comunidades indígenas, por eso, desde aquí el mensaje del Papa Francisco para todo el pueblo indígena es muy importante”, indicó
Los personajes de las comunidades
Carmen Cáceres, una profesora de educación inicial de la comunidad de Sepahua, viajó con su hijo para ver al Sumo Pontífice: “Para nosotros la visita del Papa es un hecho histórico y como educadora tengo el compromiso de trasmitir su mensaje a mis alumnos y a toda mi comunidad. Cada líder llevará un mensaje nuevo para fortalecer la fe”.
Andrés Barbosa, pescador de la comunidad de Timpia, llevó a toda su familia, esposa, hijos y sobrinos: “Nos sentimos muy alegres representando a nuestro pueblo, hemos traído instrumentos musicales y vamos a cantar y bailar para el Papa junto a todos los pueblos amazónicos”.
Los comuneros piden al Santo Padre no olvidarse de ellos. “Quisiéramos más apoyo, más educación y un futuro mejor para nuestros hijos, manifestó Andrés.