Como controlar la tentación de los videojuegos y redes en los momentos actuales

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Estudiar en un lugar tranquilo, sin ruido ni distracciones es fundamental para el aprendizaje. Pero ¿qué sucede cuando las redes sociales y los videojuegos están cerca para tentar a los jóvenes? Liliana Morales, docente de la Facultad de Educación de la Universidad Católica Sedes Sapientiae (UCSS), ofrece algunos consejos importantes para mejorar la concentración.

El uso indiscriminado de redes sociales y videojuegos es una de las causas que incrementan los índices de procrastinación en el estudio universitario, donde los jóvenes postergan sus responsabilidades académicas o las mezclan con distracciones que perjudican su rendimiento.

“Atención y concentración son capacidades base del aprendizaje. Las redes sociales y los videojuegos impiden a los jóvenes enfocarse en sus obligaciones, llevándolos a presentar trabajos de baja calidad. Además, las distracciones generan mayor cansancio mental, porque obligan al estudiante a repetir los procesos hasta comprender la materia. Esto puede incluso provocar estrés”, dijo la especialista de la UCSS.

La buena noticia es que existen métodos para liberarse de las distracciones. Uno de ellos es la técnica de Pomodoro, que tiene como fin distribuir los tiempos para concentrarse en los estudios, además de establecer periodos de descanso que eviten el agotamiento físico y mental.

Este método consiste en estudiar, por ejemplo, por un periodo de 30 minutos y descansar 5. Los intervalos pueden variar dependiendo de la persona: de 35 a 7, 40 a 10 o 45 a 15 minutos. Para garantizar la efectividad es necesario el empleo de un reloj. Incluso existen aplicaciones que ayudan a implementar esta técnica, como Forest, Focus To-Do, Brain Focus y Pomodoro Timer.

Morales aclaró que la concentración es una habilidad que se desarrolla con perseverancia y fuerza de voluntad. Para mejorarla sugiere poner en práctica las siguientes recomendaciones:

·         Planificación: Organizar previamente el temario nos ayudará a enfocar nuestras energías en tareas concretas.

·         Respiración: Siéntate en una posición cómoda y cierra los ojos. Concéntrate en la inhalación y exhalación del aire. Evita todo tipo de pensamientos. Realiza este procedimiento por espacio de cinco minutos antes de estudiar.

·         Fijación: Elige un objeto a tu alrededor y, durante dos minutos, concéntrate en analizarlo al detalle, incluye colores y formas. No dejes entrar en tu mente ningún otro pensamiento. Luego de estudiar, aplica este mismo ejercicio, por periodos más largos, a la propia materia de estudio, recordando lo aprendido.

·         Pausas: Es preciso hacer descansos durante el estudio para aumentar la productividad. Durante los descansos puedes ofrecerte recompensas para recargar pilas y volver a la tarea.

·         Última oportunidad: Imaginar que es la última ocasión para estudiar el temario puede ser una excelente motivación para evitar las distracciones y poner todo nuestro esfuerzo en ello.