Todo está listo en Brasil para volver a encantar al mundo con sus tradicionales fiestas de carnaval. Del 17 de febrero al sábado 25, el país mostrará su esplendor en música, cultura, colores y ritmos. Que se suma a su rica oferta de turismo de aventura y ecoturismo disponible de punta a punta del país.
Los brasileños comienzan a prepararse para el carnaval desde los primeros minutos del primer día del año. Mientras que para millones de personas en el mundo es el comienzo de un nuevo año, en Brasil es el inicio de la cuenta regresiva hacia la fiesta más animada del calendario. A diferencia de lo que sucede en otros países, el Carnaval es una celebración nacional. Algunas de las más concurridas, a continuación:
Río de Janeiro
El carnaval más glamoroso del país se vive en Río de Janeiro, donde la movida comenzó gracias a las fiestas, comparsas y ensayos de las escolas de samba, que se realizan a partir de enero. Con 12 escolas del Grupo Especial en competencia, el carnaval del sambódromo es un show transmitido a escala global, pero puede presenciarse en persona, ya sea como público o como participante de alguna de las escolas en competencia.
Los desfiles son competitivos, y las escolas son evaluadas por la performance de sus bailarines principales (mestre sala y portabandeira), evolución del desfile, vestuario, ritmo y magnificencia; para preparar tamaña producción, las agrupaciones convocan a los principales artistas, coreógrafos, escenógrafos y vestuaristas del país.
São Paulo
La fiesta ya comenzó, ya que la corte carnavalesca (el Rey Momo, la reina de carnaval y las princesas) están coronados desde enero, como también sucede en Río. El ambiente ya se prepara para que la mayor ciudad de América del Sur abra paso a las más de 800 comparsas que concentran por toda la ciudad, que por ley están registradas y autorizadas por la prefeitura (gobierno municipal).
Además, está el desfile de lujo en el sambódromo de Anhembí, con 14 escolas compitiendo por el premio mayor. Aunque no cuenta con las impresionantes playas urbanas de Río, la jungla de cemento de São Paulo ofrece multitud de opciones festivas para todos los gustos (y para quienes buscan sol y playa, el bello litoral paulista está a solo unas horas en auto).
Salvador
Una de las ciudades más importantes del etnoturismo brasileño, Salvador posee una cultura y una gastronomía notables, formadas en gran parte por su rica herencia africana.
La capital de Bahía celebra uno de los carnavales más cotizados de Brasil. Estrellas pop de primera líneas suelen ser parte del menú de shows del circuito de una fiesta que tiene componentes de sincretismo cultural más que atractivos y originales. El Barrio histórico del Pelourinho es el epicentro de ensayos y shows de pre-carnaval desde fines de enero.
Recife y Olinda
Es, sin dudas, el carnaval más animado del Nordeste. Ni samba, ni candomblé: el frevo es el ritmo que manda, animado por trompetas y trombones. El circuito Recife-Olinda (ciudad colonial a siete kilómetros de la capital del centro de Recife) constituye una de las fiestas más plurales e intensas de Brasil.
la peculiaridad del carnaval pernambucano, y no se repiten en ningún otro del país.
La alegría y el baile continúan en la ciudad histórica durante las mañanas y las tardes, con desfiles de blocos y música en vivo. Por la noche, la fiesta se desborda en la Praça do Marco Zero en Recife, donde tienen lugar los grandes espectáculos con artistas de renombre nacional. Uno de los momentos cumbres es el desfile de la megacomparsa «Galo da Madrugada», que convoca multitudes danzantes el primer sábado de Carnaval, por la mañana, en el centro de la ciudad.