Alan García asiste a comisión

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Expresidente de la República afirma que responde por su nombre y no por otros. Informa sobre obras realizadas durante sus dos gobiernos.

El expresidente Alan García se presenta el lunes 11 en la Comisión Investigadora ‘Lava Jato’ para responder sobre diversas obras iniciadas en sus dos gobiernos, entre ellas la Línea 1 del Metro (tramos 1 y 2), el gasoducto del sur, el proyecto de irrigación de Olmos y el proyecto de la Carretera Interoceánica. En todos esos temas dijo que desconocía el trasfondo de alguna negociación que se hubiera realizado y que rechazaba lo que a él le concierne. Dijo que era deber de todo ciudadano responder ante una comisión del Congreso.

García Pérez utilizó 50 minutos previos para hacer una exposición, desde su punto de vista, sobre los temas de la convocatoria. Estuvo acompañado de sus abogados Erasmo Reyna y Genaro Vélez Castro. Afirmó que su gestión ha sido dentro del ámbito constitucional y que él responde “sobre las acciones y responsabilidades, no sobre los hechos ni las personas que no le conciernen”.

Sobre el Tren eléctrico comentó que la obra significó para su gobierno una gran responsabilidad culminarla, pues se inició en octubre de 1986, en su primer gobierno y que su culminación se detuvo sin razón alguna. Se trató inicialmente de una obra de 11 km de vías y cinco trenes de nueve vagones cada uno.

Posteriormente, durante el gobierno de transición de Valentín Paniagua se transfirió a la Municipalidad Metropolitana y en el gobierno de Alejandro Toledo  se declaró de necesidad pública su culminación y una nueva extensión hasta 34 km, autorizándose una partida especial en el presupuesto público de 2007. García dijo que a valores actuales el costo de ejecución del primer tramo del tren es de 2,100 millones de dólares.

Expresó que sus exministros, Mercedes Aráoz, Verónica, Luis Carranza y Jorge Del Castillo (jefe del gabinete) fueron escrupulosos con la ejecución de las diversas obras y que el ministerio de Transportes presentó el proyecto del tren eléctrico y lo aprobó el concejo municipal en febrero de 2009.

A continuación se refirió al Gasoducto Sur, cuyo contrato se firmó en octubre de 2008. Se trató de una obra “absolutamente” realizada por el sector privado, en el cual no participó el Estado y a un costo de 1,500 millones de dólares. Lamentablemente, refirió, estalló la crisis financiera y bursátil que afectó los países latinoamericanos, especialmente México, se retrocedió el crecimiento económico y originó la paralización del proyecto.

García Pérez habló sin interrupciones sobre cada tema. Recordó que él, en diversos artículos periodísticos, se opuso al proyecto porque no estaba probado que hubiera gas para un mercado en el sur del país. Que el Congreso de ese entonces tampoco dijo nada y que él no tenía ningún interés en guardar silencio.

Después de referirse al proyecto de irrigación de Olmos (Lambayeque) iniciado en 1989, obra que quedó en manos del gobierno regional y la empresa Odebrecht, ganadora de la concesión por 25 años, comentó brevemente sobre los tramos 2, 3 y 4 de la carretera Interoceánica. La obra se inició meses antes de concluir su mandato y fue continuada en el régimen de Alejandro Toledo. Dijo que se hizo sin contar con el expediente técnico y que los problemas se presentaron por la premura en su ejecución.

El primero en iniciar la ronda de preguntas fue el congresista oficialista Gino Costa. Posteriormente lo hicieron Karina Beteta, Alejandra Aramayo y Hernando Cevallos. En sus respuestas, Alan García confirmó haberse reunido 15 veces con Jorge Barata, representante de Odebrecht en el Perú, pero fue para invitarlo a participar en la inauguración de diversas obras viales en el interior del país y como empresa integrante de un patronato para la construcción del futuro Teatro Nacional. Con Marcelo Odebrecht se reunió dos veces.

En más de una ocasión, como respuesta, el exmandatario dijo que “jamás hubo ofrecimientos” de las empresas brasileñas por alguna ventaja para la construcción de esas obras; que consideraría una ofensa si le dijeran que le ofrecen 20 millones si le diera una obra. Afirmó que él tiene “las manos limpias” y que es un honor gobernar al país, eso no tiene precio y que eran estupideces todo lo que se ha dicho. Remarcó que él vive de su esfuerzo y de su trabajo.

Karina Beteta le preguntó su opinión sobre varios temas (“¿qué siente sobre estos hechos que ha generado desconfianza en el país?, por qué cree que lo consideran líder de un gobierno que ha sido señalado como corrupto?”) a los que García Pérez respondió que sentía “desengaño” y “desilusión” lo que está ocurriendo y que se trata de una traición al país. Sobre el segundo punto, García dijo que “tuvo el pecado” de ganarle a la derecha y a la izquierda del país y que la mejor manera de acabar con el líder aprista era judicializarlo e informar, con noticias falsas, que tenía propiedades en el extranjero y que fue repetida por muchos medios hasta convertirse en una leyenda negra.

Sobre la presencia de las iniciales AG en un celular de Odebrecht, García respondió que fue escrito en una Palm (una agenda digital) que trastoca líneas que no corresponden y que las iniciales podrían ser de Alejandro Gómez o Andrade Gutiérrez. También hay un AG en Venezuela y un gestionador de conflictos al interior de Odebrecht.

Alejandra Aramayo, por su parte, calificó como un “gesto importante” que el expresidente García haya asistido a la comisión y repreguntó sobre algunos de los temas tratados horas antes.

La sesión fue suspendida por la presidenta, congresista Rosa Bartra, para reiniciarla a las 2:30 de la tarde.