En lo que va del 2019, más de 60mil empresas se sumaron al sistema de Facturación Electrónica. Si bien, para inicios del mes de julio, 14mil empresas debían migrar al modelo OSE, más de 70% de las empresas que migraron lo hicieron de forma voluntaria.
Esto se debe a la cantidad de beneficios que la factura electrónica y los que las plataformas de facturación electrónica ofrecen al empresario. Sin embargo, la emisión de comprobantes electrónicos contempla un ahorro que muchos ignoran. Por este motivo, Renzo León-Velarde, gerente general de Digiflow, nos comenta en qué ahorramos al emitir facturas electrónicas.
AHORRO ECONÓMICO
Mientras que facturar físicamente tiene un costo de impresión, traslado y almacenamiento que, además, debe ser pagado previamente, la emisión electrónica ahorra hasta un 40% mensual de este gasto, ya que no debe ser transportada ni almacenada. AHORRO DE TIEMPO
Inicialmente, que la factura electrónica no deba ser transportada hacia las instalaciones del cliente, permite que la recepción sea casi inmediata. También, una factura emitida electrónicamente, mediante la plataforma de SUNAT o a través de un Operador de Servicios Electrónicos (OSE), será verificada en un plazo máximo de 7 días hábiles siendo, en el caso del OSE, instantáneo.
MITIGAR LA HUELLA DE CARBONO
Al ya no imprimir las facturas, el ahorro en papel es significativo. Cabe resaltar que cada factura física es, por lo menos, cuatro papeles. Es decir, un talonario de 1000 facturas tiene 4000 papeles.
RAPIDEZ AL DECLARAR Y BENEFICIOS PARA RENTABILIZAR
Al emitir electrónicamente, se agiliza la declaración tributaria y la documentación que sustenta los ingresos y gastos de la empresa. Así, se reduce la cantidad de declaraciones que realiza el contribuyente, ya que las plataformas digitales dificultan la elusión de impuestos y la falsificación de facturas. Además, la emisión electrónica facilita el acceso al factoring y a los créditos bancarios para el contribuyente.