Esa faceta contrastó con la soledad y seriedad de las calles miraflorinas, debido a la inmovilización obligatoria al llegar a los 406 días del Estado de Emergencia Nacional.
La soledad dominical en las calles miraflorinas debido a la inmovilización obligatoria contrastó notoriamente con la animosidad y el deseo de vacunarse expresado por centenares de adultos mayores de 80 años, quienes llegaron hasta los centros de vacunación para decirles no al Coronavirus.
En total fueron cerca de 800 adultos mayores inoculados en la tercera jornada de vacunación, llevada a cabo tanto en el Complejo Deportivo Manuel Bonilla como en la Clínica Delgado. Con pases especiales los abuelitos llegaron a vacunarse con la sonrisa a flor de labios.
Además, cinco sacerdotes de la Parroquia Virgen Milagrosa recibieron la vacuna en la sede parroquial, gracias a la alianza entre la Municipalidad de Miraflores y el Ministerio de Salud.
Mientras todo era animosidad entre los adultos mayores, la otra cara de la moneda fue la soledad y frialdad de las calles miraflorinas, ante la prohibición del vecindario de salir de sus casas. Los negocios permanecieron cerrados, pero bajo vigilancia de los fiscalizadores municipales.
La comuna intensificó sus acciones de fiscalización de establecimientos comerciales y espacios públicos para comprobar el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad durante esta jornada de inmovilización social obligatoria, al cumplirse el día 406 de la Emergencia Sanitaria Nacional.
Personal de Fiscalización y Control recorrió diversos restaurantes, supermercados, bodegas y otros establecimientos comerciales para comprobar que se encuentren cerrados al público. Se verificó que el servicio de delivery de alimentos a domicilio se realice cumpliendo las condiciones de bioseguridad.
De otro lado, con el apoyo de la Policía Nacional se verificó que no haya a acceso de público a las ocho playas del distrito, al haberse dispuesto el cierre de los accesos vehiculares en la Costa Verde. Asimismo, personal edil controló que no ingresen personas que se desplazaban a pie.
Finalmente se fiscalizó los parques y malecones para verificar que no haya presencia de público. Y también se controló el tránsito de vehículos debidamente autorizados para realizar actividades esenciales por las avenidas, calles, puentes y óvalos del distrito.