El glaucoma es una enfermedad ocular silenciosa pero devastadora que afecta a millones de personas en todo el mundo, especialmente a aquellos con diabetes. Se caracteriza por un daño progresivo al nervio óptico, generalmente debido a una presión ocular elevada, que puede llevar a la pérdida de visión e incluso a la ceguera si no se trata a tiempo. Para los pacientes diabéticos, el riesgo de desarrollar un glaucoma es mayor debido a las complicaciones asociadas con la diabetes, como la retinopatía diabética. Es por ello que el Dr. José Benites Falconí, oftalmólogo de la Clínica Oculaser, comenta tres características de la cirugía láser para pacientes con glaucoma.
1. Rápida recuperación: este procedimiento, debido a que es menos invasivo, permite a los pacientes volver a sus actividades diarias con mayor prontitud. «La combinación de un tratamiento menos invasivo y una recuperación más rápida es especialmente importante para los pacientes diabéticos, que a menudo enfrentan desafíos adicionales en el manejo de su salud ocular», añade el Dr. Benites Falconí.
2. Alta efectividad: la cirugía láser para el glaucoma ha demostrado ser tan efectiva como los tratamientos tradicionales, especialmente en las etapas iniciales y moderadas de la enfermedad. Los pacientes pueden esperar una reducción significativa en la presión ocular, lo que ayuda a prevenir la progresión del glaucoma. Sin embargo, es fundamental que los pacientes mantengan un control adecuado de su diabetes para asegurar el éxito del procedimiento y minimizar el riesgo de complicaciones.
3. Requiere de un control adecuado de la diabetes: para los pacientes diabéticos que estén considerando la cirugía láser, es crucial mantener un control estricto de los niveles de azúcar en sangre antes y después del procedimiento, además de informar al oftalmólogo sobre todos los medicamentos que se están tomando y seguir todas las indicaciones pre y postoperatorias.
La cirugía láser para el glaucoma representa una solución prometedora para los pacientes diabéticos que buscan una opción menos invasiva y más eficiente para manejar su condición ocular. Con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, es posible preservar la visión y mejorar la calidad de vida.