Ministerio del Ambiente premia la producción del café libre deforestación y de alta calidad

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Producto cultivado bajo sombra en los bosques emplea una moderna técnica de tostado utilizando rayos infrarrojos de emisión electrónica.

El Ministerio del Ambiente (Minam), a través de su Programa Bosques, promueve la firma de acuerdos con comunidades nativas y campesinas para fortalecer el desarrollo de emprendimientos productivos sostenibles, como estrategia de conservación de bosques y mejora de la calidad de vida de la población.

Una de las actividades que desarrollan estas poblaciones, entre otras, es la producción del café libre de deforestación, cultivado bajo sombra en sistemas agroforestales conservacionistas, que permite preservar el espacio boscoso y sus múltiples servicios ecosistémicos que hacen posible la vida. El resultado es un café de alto valor, color y sabor, capaz de conquistar los paladares más exigentes en el mundo, y sobre todo, con una mínima huella de carbono.

Actualmente, son 14 comunidades nativas en Amazonas, San Martín, Ucayali, Junín y Cusco que impulsan este producto representativo del bosque, con el apoyo del Minam. Gran parte de los 145 planes de negocios sostenibles que el sector financia, con apoyo del BID y el BM, está vinculado a la producción sostenible del café en armonía con la madre Tierra.

El sabor y aroma de la sostenibilidad

Como parte de sus procesos de mejora continua, algunos emprendimientos ecoamigables en este rubro han implementado innovaciones en sus procesos productivos, como aquella que se desarrolla en la comunidad Yanesha de Ñagazú, en Villa Rica, región Pasco, que produce el café Capulus, cultivado bajo sombra en los bosques de esa localidad y que emplea una moderna técnica de tostado utilizando rayos infrarrojos de emisión electrónica.

Esta producción cafetalera sostenible es pionera a nivel mundial y fue reconocida con el Premio Nacional Ambiental Antonio Brack Egg 2023, por fomentar una industria en equilibrio con el ambiente y empoderando a las comunidades amazónicas.

Ahora, su tiempo de procesamiento se ha reducido de 20 días a solo uno. Además, de usar grandes cantidades de agua para cada kilogramo de café con el método anterior, ahora ya no necesitan el líquido elemento, pues toda la producción se realiza en seco generando en paralelo otro producto muy cotizado, conocido como “cáscara” o “coffee cherry tea”.

El nombre “Capulus” deriva del latín que significa «cerezo del café». Su producción es el resultado de la implementación de un proyecto co-financiado por el Banco Mundial y el Gobierno peruano en la comunidad Yanesha de Ñagazú en Villa Rica.