Es una pequeña maceta de tierra, pero un gran paso para la agricultura espacial: por primera vez los científicos cultivaron plantas en unos pocos gramos de tierra lunar que hace décadas recogieron los astronautas del programa Apolo.
Este éxito alimenta la esperanza de que algún día se puedan cultivar plantas directamente en la Luna, lo que ahorraría a futuros exploradores numerosas y costosas cargas a bordo de sus cohetes para misiones más largas y más lejanas.
Queda mucho trabajo por hacer antes de lograrlo, muestra no obstante el trabajo de investigadores de la Universidad de Florida, publicado este jueves en la revista Communications Biology.
«Esta investigación es crucial para los objetivos de exploración humana a largo plazo de la NASA», dijo el jefe de la NASA, Bill Nelson, en un comunicado.
«Tendremos que utilizar recursos en la Luna y Marte para desarrollar fuentes de alimentos para los futuros astronautas que viven en el espacio profundo».
Para su experimento, los investigadores utilizaron solo 12 gramos de suelo lunar (unas pocas cucharaditas), recolectados en diferentes lugares de la Luna durante las misiones Apolo 11, 12 y 17.
En pequeñas macetas del tamaño de un dedal, colocaron alrededor de un gramo de tierra (conocido como regolito), agregaron agua y luego las semillas. También se añadió una solución nutritiva diariamente.
La planta utilizada fue la arabidopsis thaliana, elegida porque crece con facilidad y, sobre todo, porque ya se conoce su código genético y su comportamiento en ambientes hostiles -incluso en el espacio-.
Las semillas se plantaron simultáneamente en el suelo de nuestra Tierra y las muestras recreaban el suelo lunar y marciano para hacer la comparación.
Después de dos días, las semillas de las muestras lunares germinaron. Y «todas las plantas, ya sea en el suelo lunar o en las muestras de control, se parecían hasta el sexto día», dijo en un comunicado Anna-Lisa Paul, autora principal del estudio.
Más tarde se descubrió que las plantas lunares crecían más lentamente y tenían raíces atrofiadas.
A los 20 días, científicos recolectaron las muestras y estudiaron su ADN. Descubrieron que las plantas lunares habían respondido de la misma manera que en un ambiente hostil, como cuando un suelo tiene demasiada sal o metales pesados.
En el futuro, los científicos quieren comprender cómo este entorno podría ofrecer mayor hospitalidad.
La NASA se está preparando para regresar a la Luna como parte del programa Artemis, con el objetivo de establecer allí una presencia humana duradera.
Fuente: Agencia Andina