El contexto social a raíz de la pandemia generó una serie de cambios en la manera cómo nos relacionamos. En el ámbito educativo, surgió la modalidad de educación híbrida, alternativa de enseñanza que combina la modalidad presencial y a distancia de manera simultánea. Por ello, un aula híbrida está debidamente equipada con tecnología y cuenta con una metodología docente adecuada para este tipo de dinámicas. De esta manera, el grupo de alumnos que se conecta de forma virtual recibe la misma experiencia y calidad educativa que el grupo que acudió de manera presencial.
En ese sentido, María Alejandra Torres, docente de la Carrera de Educación de la UARM (Universidad Antonio Ruiz de Montoya), en el marco del inicio de las clases universitarias; así como de la apuesta de la universidad en su apertura de las aulas híbridas para este 2022, comparte 4 características de la educación híbrida que permiten optimizar mejor sus funciones:
1. INCLUSIÓN Y FLEXIBILIDAD: Según un estudio del Ministerio de Educación, durante el inicio de la pandemia, más de 100 mil universitarios desertaron de sus estudios. Por tal motivo, la modalidad híbrida se presenta como una alternativa de enseñanza flexible que se adapta a la realidad de los estudiantes, permitiendo que puedan continuar con su educación. Los alumnos tienen la libertad de organizar su tiempo de estudio, dependiendo de su rutina personal o familiar, a fin de evitar que se atrasen en sus cursos, lo que ayuda a mitigar los efectos de la deserción universitaria.
2. POTENCIA NUEVAS HABILIDADES Y VENTAJAS EN LOS DOCENTES: Las clases híbridas traen nuevos desafíos para los docentes, como el diseñar e implementar experiencias de aprendizajes que garanticen el desarrollo de las competencias de todos los estudiantes. El docente debe desarrollar competencias didácticas para implementar clases bajo esta modalidad, lo que implica también producir recursos educativos digitales en formato on y offline. Esto demanda un aprendizaje continuo y estar al tanto de las nuevas tendencias digitales. Los recursos producidos pueden reutilizarse, optimizando de este modo el trabajo docente.
3. ESTIMULA LA SOCIALIZACIÓN: La cuarentena influyó en el aumento del índice de rezago social en los jóvenes y niños. Las relaciones cara a cara que se generan en salón de clases son primordiales para trabajar en las habilidades sociales y estimular la comunicación en un círculo ajeno a la familia. Bajo ese contexto, la enseñanza híbrida es la que mejor se adapta a la coyuntura actual, ya que demanda un retorno seguro y progresivo a las actividades educativas, garantizando el distanciamiento social.
4. TECNOLOGÍA A FAVOR DE LA ENSEÑANZA: Las clases remotas motivaron a las instituciones y a su cuerpo docente a capacitarse de manera constante en el uso de herramientas TIC, tales como el uso de equipos de cómputo, proyectores, cámaras de alta resolución, micrófonos, así como el desenvolvimiento en un entorno virtual de aprendizaje para facilitar la clase. Hoy en día, el empleo de estos insumos son la base para la educación híbrida. “Desde la UARM, hemos implementado un plan de capacitación para fortalecer las habilidades tecno-pedagógicas de todos los educadores”, finaliza la especialista.