Miraflores rinde tributo eterno a heroína peruana

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Se inauguró monumento a Magdalena Truel. Salvó a decenas de judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Obra está ubicada en parque Yizthak Rabin.

La Municipalidad de Miraflores inauguró un monumento en honor a Magdalena Truel, heroína peruana de la Segunda Guerra Mundial quien vivió en Miraflores. El acto se realizó en el parque Yithzak Rabin y fue presidido por el alcalde Luis Molina.

El acto también contó con la presencia del periodista Hugo Coya, escritor del libro “Estación final” donde se narra la gesta de la homenajeada; Carmela de Orbegoso; vecina integrante de la Asociación de Damas del Bicentenario; Dafna Yoran, hija de la escultora de la obra Varda Yoran; el embajador de Israel, Asaf Ichlevich; del embajador de Francia, Marc Giacomini entre otros invitados.

En su discurso, el, alcalde Molina señaló que ”En el Bicentenario de nuestra Independencia, reconocemos a una heroína peruana que durante la terrible ocupación nazi, se unió a la resistencia francesa con el seudónimo “Marie”, logrando salvar cientos de vidas de personas de religión judía, entre ellos a muchos niños”.

También se exhibió un video donde la escultora Varda Yoran explica las razones que la llevaron a realizar esta obra artística. Y finalmente, el Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Monseñor Carlos Castillo bendijo el monumento.

El monumento nos presenta a una joven mujer sin rasgos definidos. En sus manos se ubica una pluma gigante que representa su lucha en las filas de la resistencia francesa. El pedestal se compone por una pila de libros. En el piso del entorno, la artista ha querido representar a través de las huellas en el piso las vidas de las personas que Magdalena salvó. Su altura aproximada es de 2. 5 metros.

Vida y obra de Magdalena Truel
Magdalena Truel Larrabure nació en Lima el 28 de agosto de 1904. Vivió en Miraflores entre 1916 y 1924 en lo que antes se llamó Malecón de los Franceses (hoy Malecón 28 de Julio). De allí partió rumbo a Francia en 1924.

Magdalena Truel se unió a la Resistencia Francesa, trabajando como falsificadora de documentos, con los que se pudieron salvar muchos ciudadanos judíos. Fue capturada en 1944 y torturada sin éxito para extraerle información.

Luego fue enviada al campo de concentración de Sachsenhausen en 1945. Murió en Stolpe (Alemania), el 3 de mayo de 1945, luego de una de las llamadas Marchas de la Muerte, pocas horas antes de la llegada de las tropas rusas.