La irrupción del mundo digital llegó a muchos ámbitos de la vida. Por supuesto, los juegos de apuestas no son la excepción y la aparición de los casinos virtuales les dio una nueva plataforma a clásicos como la ruleta, las tragamonedas o el póker. Junto con esa ola, también se incluyó al bingo video, una nueva forma de practicar el antiguo y popular juego de los cartones.
Orígenes
Es cada vez más evidente que el bingo y la lotería tienen un inicio en común. La primera en ser muy conocida es la lotería italiana, llamada “il Giocco del Lotto d’Italia” (el juego del loto de Italia). De ahí viene su nombre: “lote” hace referencia a lo que toca en suerte. Para finales del siglo XVIII, las apuestas en esta disciplina estaban divulgadas en casi todo el territorio de Italia y Francia, mediante jugadas organizadas por los estados, con el objetivo de recaudar impuestos.
Más adelante pasó a Estados Unidos, donde se acostumbró a marcar los casilleros con frijoles, cuyo término es “beans” en inglés. Fue donde nació la derivación que hoy se conoce como bingo. Sin embargo, los juegos de 75 y 90 bolas ya no son los únicos que las personas practican en torno a esta disciplina. Desde hace algunas décadas, es posible marcar los casilleros de manera digital y obtener diversos premios en las salas online.
Diferencias entre virtual y físico
La mayoría de las personas conocen las reglas del bingo tradicional. Al ser una práctica tan antigua, es común que se traspase de generación en generación. Los padres y abuelos suelen enseñar a sus hijos y nietos cómo se distribuyen los números, de qué manera se forman las líneas y cómo avisar que se pudo llenar el cartón.
Pero, con la llegada de la virtualidad, algunas cosas cambiaron en el tablero. Si bien la esencia del juego es la misma, como también su objetivo, en la versión digital se pueden agregar algunos detalles extras. Por ejemplo, en el bingo video es posible mantenerse con el cartón, aunque hayan salido las 30 bolas y solo quede una para completarlo. Existe la posibilidad de seguir pidiendo oportunidades, apostando una pequeña diferencia.
En cambio, en el juego tradicional, cuando una persona consigue el cartón lleno y canta el bingo, lo más probable es que se renueve la ronda de cartones. Por otro lado, en el espacio virtual es posible elegir entre diversas modalidades de juego, las cuales tienen formas de apuestas, premios y jugadas distintas. Además de fondos de pantalla y mini desafíos agregados.
Adaptándose a la tecnología
El bingo video es, en términos generales, una adaptación digital de la versión clásica del juego. Conforme avanza la tecnología, y ofrece nuevas y diversas plataformas, los espacios de apuestas se van actualizando para conseguir una mayor comodidad a sus usuarios.
La pandemia global y las restricciones sanitarias que aún rigen desde 2020 obligaron a millones de personas a resguardarse en sus hogares e intentar satisfacer sus deseos de jugar y apostar de manera virtual. Esto le dio un impulso definitivo a las plataformas digitales.