Hito para la caficultura peruana: productores de San Martín acceden a bonos financieros por la implementación de prácticas agrícolas climáticamente inteligentes

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El piloto es una iniciativa de Rabobank y Microsoft en alianza con la organización Solidaridad y la Iniciativa Noruega por los Bosques y el Clima (NICFI), incorpora a los productores cafetaleros en el mercado internacional de bonos de carbono a través de un proceso de monitoreo satelital.
Los productores cafetaleros reciben un incentivo financiero por la implementación de un modelo tecnológico de caficultura climáticamente inteligente.

Según el Ministerio del Ambiente, más del 45% de las emisiones de gases efecto invernadero (GEI) están relacionadas con el cambio y uso del suelo, y de este el 19% está relacionado con la pequeña agricultura. Por ello, promover prácticas climáticamente inteligentes en el sector agrícola es sumamente urgente, tanto por motivos ambientales como el cambio climático, sociales en la mejora de la calidad de vida de los productores y para asegurar la competitividad del sector cafetalero frente a mercados internacionales que demandan un café con trazabilidad y libre de deforestación.

Tomando esto en consideración, la iniciativa Agroforestry in Action, de Rabobank y Microsoft en alianza con la organización Solidaridad y NICFI (Iniciativa Noruega para los Bosques y el Clima), está implementando un proyecto piloto de incentivos financieros por prácticas climáticamente inteligentes para agricultores. A través de este proyecto, la iniciativa hace entrega de un bono por la implementación del modelo de negocio de caficultura climáticamente inteligente probado y promovido por la organización Solidaridad. El modelo de negocio asegura un café de calidad y altamente productivo, el mismo que se maneja bajo sistemas agroforestales y silvopastoriles, con prácticas de regeneración y conservación de los suelos, manejo de sombras, fertilización y manejo de las aguas mieles, aseguran la conservación de los bosques y la reforestación.

En el marco de esta iniciativa, este 30 de abril, se desarrolló una ceremonia de entrega de los bonos a un grupo de los productores seleccionados. Este bono financiero busca recompensar a los productores que vienen realizando esfuerzos en reducción de emisiones, a través de la captura de carbono, además de aportar a la seguridad alimentaria y a la conservación de los suelos y bosques.  El bono apoya la diversificación de sus ingresos, al tener un ingreso adicional.

Ezio Varese, Gerente del Programa Café, de la organización  Solidaridad indica que: “La importancia de incentivar estas prácticas radica en que no solo aportan al medio ambiente, mejoran su productividad y calidad del café que producen, sino también el realizarlas generan otras ventajas competitivas que antes no tenían. Por ello, en la siguiente fase 2021 al 2022 del programa queremos convocar a 5000 productores que puedan ingresar al sistema registrándolos, haciendo los análisis y respaldos respectivos para que puedan ser compensados cada año por la reducción de emisiones GEI y la mayores capturas que sus sistemas productivos con café puedan lograr al implementar estas tecnologías cafetaleras como el modelo tecnológico que viene impulsando Solidaridad”.

Por su parte, Jelmer Van De Mortel, Innovation Lead Wholesale and Rural de Rabobank afirmó: “Lo que empezó como una idea, alrededor de un año atrás, hoy ha resultado en la primera transacción de muchas. Al momento, hemos apoyado a cerca de 100 productores en Perú, Colombia y Brasil. Tenemos una enorme ambición, queremos apoyar a más de un millón de agricultores en los siguientes años. Y estamos seguros de poder lograrlo”.

Cabe resaltar que estas prácticas tienen múltiples beneficios para los agricultores y sus comunidades. Ya sea a nivel social, económico y ambiental. Además de los impactos ambientales mencionados, por el lado económico, crean adicionalmente nuevas oportunidades para los agricultores como lograr compensaciones monetarias, mejoran la calidad y el rendimiento de su café, y permiten que su sector sea más competitivo ante las demandas de los mercados internacionales. Finalmente, a nivel social, promueven la igualdad de género y la asociatividad. Definitivamente una gran oportunidad y potencial para iniciar una nueva era para la caficultura del Perú.