Azúcar en la sangre: los factores clave para el control de la diabetes

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Por: María Isabel Vera/Directora médica de Abbott

Cuando se trata del control de la diabetes, la gente a menudo piensa en evitar los altos y bajos niveles de azúcar en la sangre, pero deben saber que es tan o más importante en el tiempo evitar las fluctuaciones constantes de los niveles de azúcar en la sangre, ya que pueden conducir a complicaciones graves de salud y un impacto en la calidad de vida. Pero ¿qué significa todo esto y qué se puede hacer para ayudar a mejorar el control glicémico?

Comprender los niveles de azúcar en la sangre

Cuando se come alimentos que contienen carbohidratos, se descomponen en moléculas diminutas de glucosa, por lo que después de comerlos el azúcar en la sangre aumenta porque hay más glucosa en el cuerpo. Al contrario, el azúcar en la sangre disminuye si no los consumes en mucho tiempo porque no hay mucha glucosa en tu sistema.

En ese sentido, el control de la diabetes implica un buen control glicémico, es decir controlar los niveles constantes de azúcar en sangre dentro de los rangos objetivo. Cuando las personas no mantienen un buen control glicémico, puede causar problemas como hiperglicemia (niveles altos de azúcar en sangre), hipoglicemia (niveles bajos de azúcar en sangre) o fluctuaciones en el azúcar en la sangre.

La hiperglicemia puede ser causada si el cuerpo no produce suficiente insulina o no la utiliza adecuadamente; se puede dar por comer de más; por hacer menos ejercicio del necesario; por estrés emocional o enfermedad. Los síntomas incluyen micción frecuente, aumento de la sed, visión borrosa o fatiga. Si no se trata, la hiperglicemia puede causar cetoacidosis, que es una afección grave que puede conducir al coma diabético, un estado en el que las personas se desmayan y pierden el conocimiento durante mucho tiempo, lo cual puede llegar a tener consecuencias muy graves.

La hipoglicemia puede ocurrir si alguien no está comiendo suficientes carbohidratos, saltándose una comida, haciendo ejercicio intensamente o durante un largo período de tiempo, o tomando demasiados medicamentos para la diabetes. Sus síntomas incluyen sensación de temblor, latidos cardíacos rápidos o irregulares, náuseas o sensación de mareo. Si no se trata, puede causar hipoglicemia grave que puede conducir a convulsiones, coma o incluso la muerte.

Cuando los niveles de azúcar en la sangre fluctúan constantemente puede afectar la salud y la calidad de vida. Las fluctuaciones constantes y el control glicémico deficiente también pueden conducir a complicaciones graves de salud como enfermedad renal, enfermedad oftálmica, úlceras de pie diabético, enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular.

Cómo mantener el control glucémico

Guiadas por un profesional de la salud, las personas con diabetes tipo 2 pueden mantener un buen control glicémico a través de factores clave como los medicamentos para la diabetes, la nutrición y la actividad física, los cuales desempeñan un papel sinérgico en el control de la diabetes.

La actividad física puede ayudar a las personas con diabetes a controlar los niveles de azúcar en la sangre y reducir su riesgo de enfermedad cardíaca y neuropatía, además del uso de los monitores de glucosa continuo (MGC), que son nuevas herramientas que ayudan a monitorear las fluctuaciones en los niveles de glucosa en sangre a lo largo del día.

La nutrición también es un componente clave en el manejo de la diabetes y debe adaptarse a cada individuo. Hablar con un profesional de la salud, especialista en nutrición, puede ayudar a las personas con diabetes tipo 2 a determinar un patrón de alimentación que funcione mejor para cada persona.

Los carbohidratos son uno de los principales nutrientes que se encuentran en los alimentos y algunas bebidas y tienen un impacto directo en los niveles de azúcar en la sangre. El índice glucémico (IG) de los alimentos, un valor que indica la velocidad o rapidez con que un alimento puede aumentar los niveles de azúcar en sangre, puede ayudar a controlarlos.

Para las personas con diabetes, los alimentos con alto índice glicémico pueden dificultar el control de la diabetes, mientras que comer alimentos con bajo índice glicémico puede ayudar a las personas a controlar el azúcar en la sangre. Algunos ejemplos de alimentos bajos en IG son la cebada, la quinua, la avena, algunas frutas y la mayoría de los frutos secos, legumbres y frijoles. Los productos o bebidas especializadas para la diabetes están diseñados para ayudar a minimizar los picos de azúcar en sangre, cuando se usan como parte de un plan para el manejo de la diabetes.

Un buen control glicémico requiere un esfuerzo concertado, pero se puede lograr a través de medicamentos para la diabetes, una buena nutrición y actividad física.