¿El adulto mayor tiene derecho a tener futuro?… Por Octavio Huachani Sánchez

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La reciente declaración del doctor Jesús Valverde, Presidente de la Sociedad Peruana de Medicina Intensiva, en el sentido de que “ahora se están evaluando a los pacientes con coronavirus y que ya no están permitiendo que ingresen adultos mayores a las UCI”, ha provocado una serie de reacciones en contra de esa medida que algunos califican de inhumana.

Lo cierto es que la misma medida ha sido adoptada por otros países con mejores infraestructuras hospitalarias y equipo médico. Lo que podría indicar que es una tendencia médica mundial.

En Bélgica, por ejemplo, la doctora Neele Van Den Noortgate, jefa del departamento de geriatría en Gante, capital de la provincia de Flandes, sentenció que “en los hospitales no hay nada más que podamos hacer por ellos (refiriéndose a los ancianos)”.

En Italia

La situación es muy crítica dado que, pese a las exigentes medidas de restricción a la población, los casos de contagio no dejan de aumentar. El país ítalo registra más de 20.000 infectados desde que el coronavirus empezó a propagarse allí, y 1.500 personas han fallecido. La gran mayoría de éstas son personas de edad avanzada, como ocurre en el resto del mundo.

Debido a ello se ha decidido negar el acceso a cuidados intensivos a los mayores de 80 años y también a aquellas personas con problemas anteriores de salud.

Los médicos prefieren decirlo de otra manera: “Se les dejará morir”. La dramática decisión se ha tomado debido a que la capacidad de cuidados intensivos en los centros de salud se está agotando a medida que el coronavirus avanza.

En España, cerca de 16.000 ancianos han fallecido como consecuencia del nuevo coronavirus y la falta de atención.

En este marco, la Consejería de Salud de la Generalitat de Cataluña y el Sistema de Emergencias Médicas han recomendado mediante un comunicado interno no ingresar en las UCIs a pacientes de más de 80 años e insta a evitar ingresos de “pacientes con escaso beneficio”.

En los Estados Unidos, ya han anunciado que los tratamientos para el Coronavirus no serán accesibles para todos. En Tennessee las personas afectadas por atrofia muscular espinal serán excluidas; mientras que, en Minnesota, el rango de pacientes que no tendrán derecho a un respirador se expande a personas que padecen enfermedades pulmonares, insuficiencia cardíaca e incluso cirrosis hepática. En otros estados, como Nueva York, Michigan, Washington, Alabama, Utah, Colorado y Oregón, para poder salvar una vida, los médicos deben evaluar el nivel de capacidad física e intelectual antes de intervenir.

En la mayoría de los casos los adultos mayores y los más débiles que contraigan el coronavirus deben morir en vez de ser hospitalizadas. “Son pacientes para quienes el tratamiento puede prolongar la vida, pero que ofrecen pocas posibilidades de recuperación”, arguyen.

Ante este panorama, es necesario que las familias presten mayor atención a  sus padres o abuelos. Para decirlo en otras palabras: Deben cuidarlos como cuidan a sus hijos. Aparte de no dejarlos salir a la calle, los que salgan deben desinfectarse adecuadamente antes acercarse a ellos.

¿Y en casa cómo andamos?

En el Perú, según el INEI, la población peruana de 60 a más años registra un aumento de casi 4% por año.            

Una revisión a estadísticas anteriores del INEI, nos indica que conforme avanzan los años se evidencia una creciente feminización. Actualmente por cada 87 varones existen 100 mujeres. Por su parte, un estudio del Ministerio de Salud, MINSA, señala que las expectativas de vida de los peruanos crecieron de 63 a 72 años desde 1990 a la fecha. Revela, además, que el promedio de vida de los varones es de 70 años mientras que las mujeres superan los 82 años. Según este informe, elaborado por el departamento de Estrategia Sanitaria Nacional de Prevención y Control de Daños no Transmisibles, enfermedades como la hipertensión arterial, enfermedades pulmonares obstructivas crónicas, cardiopatías, diabetes, derrame cerebral, artrosis, obesidad y cáncer, continúan incrementándose en los ancianos cada año.                                                                       

Sin embargo, es necesario señalar que otros estudios remarcan que la depresión es uno de los males más frecuentes y nocivos para los ancianos. Como sabemos, la depresión baja las defensas del organismo y deja a las personas expuestas a contraer cualquier enfermedad, que en los adultos mayores puede resultar letal. Al respecto, según un informe de la gerencia de compras de EsSalud, los ansiolíticos y antidepresivos ocupan el 65% de sus compras de medicamentos. Asimismo, una investigación realizada a raíz de sucesivas congestiones de pacientes en la sala de emergencias de esa entidad reveló que gran parte de los concurrentes eran ancianos que acudían por casos que los especialistas denominaron como urgencias, es decir que no presentaban signos de dolencias que pondrían en riesgo su vida. El documento señala que la mayoría de los pacientes eran varones.     

Finalmente, hay que tener en cuenta que el Perú no es una isla y lo que afecta al mundo, nos toca tarde o temprano. Solo queda el autocuidado y respetar las reglas sanitarias.